Sergio Pérez debe conformarse con ver desde casa el Gran Premio de Australia. La temporada está empezando y, lógicamente, puede pasar de todo en este Mundial. Lo que nadie puede discutir es que Checo tiene todavía mucho que dar a la Fórmula 1 si él quiere. Es cierto que ha tenido un mal año, pero viendo el inicio de Red Bull, no parece que todos los problemas fueran culpa suya.
La escudería austriaca ha apostado por Lawson, un piloto joven, pero que a día de hoy no es mejor que Checo. Nadie sabe lo que sucederá en un futuro, pero queda muy claro que el cambio de asiento no ha sido buscando una mejoría en lo deportivo, ya que el neozelandés va a necesitar tiempo para acercarse al nivel que allí dio todos estos años el mexicano.
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