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El corredor de los Buffalo Bills, James Cook, vio a sus compañeros firmar nuevas extensiones con la organización durante toda la pretemporada. En muchos sentidos, algunos de los jugadores que recibieron extensiones ni siquiera habían tenido la producción que el jugador de Georgia ha tenido en los últimos años.
Cook lideró la liga en touchdowns terrestres la temporada pasada y ha registrado más de 1,000 yardas terrestres en años consecutivos.
James Cook se encuentra bajo mucha presión
Pero mientras busca un nuevo contrato y se frustra por la falta de progreso, el corredor de los Bills comienza su año contractual bajo una enorme presión. Cook juega en una posición de menor valor en comparación con otras en la liga.
Con una vida útil corta para los corredores, el ex jugador seleccionado en la segunda ronda del draft está bajo una enorme presión no solo para producir en 2025, sino también para mantenerse sano.
Eso es al menos lo que argumenta Ryan Smith, colaborador de PFF, en este momento.
"Cook viene de un año sólido en Buffalo, con una calificación general de 86.2 en la PFF y empatando el liderato de la liga con 16 touchdowns terrestres", dijo Smith. "Estableció récords personales en yardas por intento (3.24) y forzó tacleadas fallidas (47) cuidando el balón, perdiendo solo un balón suelto en 260 intentos".
Además del actual MVP, Josh Allen, los Bills han confiado en Cook como su mejor arma ofensiva. Ha superado con creces ese reto.
Si Cook logra un alto rendimiento, la organización podría estar dispuesta a aceptar sus exigencias... aunque 15 millones de dólares por año de rendimiento (APY) es un precio muy alto.
Como mínimo, podría conseguir el acuerdo que busca en el mercado abierto.
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