Cómo es el cáncer de hígado: Guadalupe Loaeza confirma terrible diagnóstico

A sus 78 años, Guadalupe Loaeza no solo sigue siendo una voz aguda de la crítica social mexicana, también se ha convertido en un testimonio vivo de fortaleza frente a uno de los diagnósticos más temidos: el cáncer de hígado.

Fue el 3 de mayo de 2022 cuando la escritora y conductora recibió una noticia que cambiaría su vida. Lo que parecía una molestia estomacal, posiblemente derivada de la vesícula, terminó siendo algo mucho más serio. Un gastroenterólogo, tras una batería de estudios, le confirmó que tenía cáncer encapsulado en el hígado. "Lo recibí con mucho dolor y mucho miedo", confesó recientemente en una entrevista con Matilde Obregón, donde se mostró serena, pero sin maquillar la crudeza de lo que enfrenta.

La conmovedora historia de Guadalupe Loaeza

La autora de Las niñas bien relató que ese instante -cuando varios médicos llegaron al hospital con expresión grave- marcó el inicio de una etapa completamente distinta. No solo en lo físico, sino también en lo emocional y espiritual. "El concepto del tiempo cambia", afirmó con la mirada firme. Desde entonces, su manera de valorar los días, las relaciones y hasta las críticas, se ha transformado profundamente. "Ya no hay tiempo para arreglar todo. Ya no importa", dice con una mezcla de sabiduría y aceptación.

El diagnóstico, aunque duro, no ha paralizado a Loaeza. Su tipo de cáncer, al estar encapsulado, ha permitido un tratamiento con medicamentos, inyecciones y monitoreo constante mediante estudios como el PET. Toma una pastilla cada dos meses, se somete a análisis periódicos y ha optado por mantenerse rodeada de personas luminosas: gente creativa, optimista, sin toxicidades. "La fe y el humor me han ayudado", subraya. Su espiritualidad también se ha intensificado. "Soy muy guadalupana", afirma con convicción, explicando que su acercamiento a la Virgen ha sido una tabla de salvación emocional.

El mensaje de lucha de Guadalupe Loaeza

Aunque la batalla médica continúa, Loaeza se mantiene activa y lúcida. Su mensaje, más allá del diagnóstico, es claro: hay que escuchar al cuerpo y atender los síntomas, por menores que parezcan. Recuerda cómo fue una operación de vesícula la que, en su caso, llevó al hallazgo del cáncer. "Hay que hacerse chequeos", insiste.

Con una trayectoria que ha cruzado la literatura, el periodismo y la televisión, Guadalupe Loaeza ha retratado por décadas a la sociedad mexicana con humor e ironía. Hoy, desde su propia trinchera de vida, nos comparte otra forma de entender la existencia: sin adornos, pero con valentía.