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Todo marchaba con la euforia habitual de una semifinal intensa. Las Águilas del América acababan de eliminar a los Cementeros del Cruz Azul en un partido que dejó a más de uno sin voz... y a otros, sin aire. Literalmente. Cuando el silbatazo final retumbó en el Estadio Ciudad de los Deportes, el joven narrador Andrés Vaca -quien había llevado el relato con toda la pasión del mundo- tuvo que ceder el micrófono. No por capricho, sino porque su cuerpo dijo basta.
La imagen no tardó en viralizarse: Vaca, visiblemente mareado, haciendo una pausa obligada, mientras David Faitelson, con la experiencia que lo caracteriza, tomó el control del momento y continuó la transmisión como si nada. Sin embargo, fuera de cámaras, la preocupación era evidente. Lo que parecía un simple desajuste físico tuvo más eco del que se imaginaba, sobre todo por los rumores que empezaron a surgir en redes.
La defensa de David Faitelson a Andrés Vaca
"Se nos fue en vivo", decían algunos. Otros, más escépticos, insinuaban que todo era un montaje. Pero Faitelson, directo como siempre, no se quedó callado. Salió a defender a su compañero con una mezcla de orgullo y respeto: "Vaca no hace show. Lo que vieron fue real. Él no pide cámaras, ni busca reflectores. Perdió el aire en una noche pasional, así de sencillo".
Y es que, para quienes siguen a Vaca, saben que lo suyo es narrar con el corazón en la garganta. Esa noche no fue la excepción. Narró los goles del América con una entrega desbordante, tan intensa que las redes lo recordaron con una sonrisa.
¿Buen ambiente de trabajo en TUDN?
Lo cierto es que la voz le falló, pero no la profesionalidad. Y si algo quedó claro es que, en TUDN, hay equipo. Faitelson no solo llenó el vacío en pantalla, también lo hizo como colega y amigo. "Andrés será leyenda", sentenció.
La pasión a veces cobra factura. Pero cuando hay oficio, el quite se toma sin dudar. Así se narran también las historias grandes: entre goles, aire y solidaridad.
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