La liga profesional de natación, Internacional Swimming League (ISL), ha anunciado el aplazamiento de su cuarta temporada debido a las dificultades provocadas por la invasión de Ucrania por el ejército ruso.
La ISL, dirigida por el magnate ucraniano Konstantin Grigorishin, señala en un comunicado que buena parte de los recursos que mantienen esta competición provienen de Ucrania y que un número considerable de trabajadores permanecen retenidos en Kiev por la guerra. Por ello, ha decidido posponer la temporada al próximo año. "No podemos garantizar los viajes, entrenamientos y la competición sólo con promesas", señala en un comunicado.
La liga profesional afrontaba también problemas económicos -impagos a trabajadores, colaboradores y de los equipos participantes- que reconoce implícitamente. "Es necesario asegurar la sostenibilidad de la Liga a largo plazo y romper el círculo vicioso del inicio de una nueva temporada con deudas pendientes".
La ISL había mejorado sus relaciones con la Federación Internacjonal (FINA) tras la llegada a la presidencia del kuwaití Husain Al Musallam, pero este año su calendario había quedado comprometido con la acumulación de competiciones como el Mundial en junio, los Juegos de la Commonwealth en julio, los Europeos en agosto, los Juegos Asiáticos en septiembre y los Mundiales en piscina corta en diciembre.
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