- Autobiografía Balón amarillo, bandera arcoiris
El pasado día 5 el jugador de waterpolo Víctor Gutiérrez, más de 70 veces internacional, tomó posesión de su acta como diputado en el Congreso por el PSOE. Otros deportistas de elite formaron parte también en anteriores legislaturas del Senado o del Congreso, pero ya habían dejado atrás sus carreras. Gutiérrez, 32 años, pretende seguir compitiendo. Se estrenó en los actos de celebración del Día de la Constitución, pero aún está 'en rodaje'. "Uno de estos días se constituía en la sala Ernest Lluch una comisión de la que voy a formar parte. Ya había estado antes ahí y me había sentado donde había querido. Ese día lo hice a la derecha y vinieron unos compañeros a decirme, 'no, no, que este lado es del PP' ", relata el nuevo diputado por Madrid.
Pregunta. Iba de número 13 por Madrid y el PSOE sacó 11 diputados. ¿Pensó que iba a chupar banquillo toda la legislatura o le advirtieron que podría ser titular en cualquier momento?
Respuesta. En las encuestas que se manejaban estábamos en torno entre los nueve y los 11 diputados y yo sabía que era muy complicado que entrase de manera directa, pero por los nombres que formaban la lista, en la que había cuatro ministros y gente con posibilidad de entrar en alguna secretaría de Estado, sabía que había bastante posibilidades de que hubiese movimiento y de que, tarde o temprano, tuviese el acta de diputado. Un vez que vi que el PSOE iba gobernar pasé mis nervios hasta que el día 5 pude recoger el acta.
P. ¿Cómo le dio por la política?
R. Siempre había estado interesado, pero a raíz de la irrupción de Vox y el crecimiento de los discursos de odio en redes sociales, en los parlamentos, en los medios de comunicación, eso me hizo pensar que era el momento de dar un paso más, de extender el activismo que llevaba tantos años haciendo desde mi posición personal también a la política. Tuve claro que el lugar en el que tenía que militar era el Partido Socialista, que es el que ha traído a España la mayor parte de los avances sociales y todos los derechos LGTBI. Llevaba varios meses afiliado haciendo cosas de perfil bajo antes de que se celebrase el Comité Federal en octubre de 2021, que fue cuando el Presidente quiso contar conmigo para la ejecutiva del PSOE
P. Una carrera meteórica la suya.
R. En cierto modo sí que lo es, porque echo la vista atrás y hace poco más de dos años mi vida era completamente distinta. Ha pegado un giro radical en muy poco tiempo. Es verdad que esos dos años se han hecho largos porque han pasado muchas cosas, han sido muy intensos. La vida política es extraña porque el tiempo pasa muy rápido, pero las vivencias son muy intensas y parece que es toda una vida. Entonces, sí, estoy muy orgulloso de que tanto el Presidente como el PSOE hayan confiado en mí primero para llevar esa responsabilidad en el partido en la secretaría LGTBI y ahora para estar en el Congreso de Diputados.
P. El exprimer ministro italiano Giulio Andreotti dijo que en política hay adversarios, enemigos y compañeros de partido. ¿Ha conocido ya a muchos de estos últimos
R. Esa expresión está un poco mitificada. No creo que haya un ambiente distinto al que pueda haber en una empresa privada o en otro entorno laboral. Yo puedo hablar de mi propia experiencia y en estos dos años he tenido la oportunidad de conocer a personas maravillosas, absolutamente implicadas, nobles, trabajadoras, que me han tendido la mano cuando lo he necesitado. Yo he hecho amigos en la política y creo que cuando esa etapa acabe, en algún momento, me voy a poder llevar a grandes amigos de aquí. Con todo mi respeto, pero yo no estoy viviendo en carne propia esa frase tan célebre.
El poder venir a la casa de todos los españoles a tratar de poner mi granito de arena para construir una España mejor no tiene precio. Vas por estos pasillos y se respira historia
P¿Qué sintió la primera vez que entró en el hemiciclo del Congreso?
R. Fue el día más feliz de mi vida, porque la realidad ha superado el mejor de mis sueños. El poder venir a la casa de todos los españoles a tratar de poner mi granito de arena para construir una España mejor no tiene precio. Vas por estos pasillos y se respira historia. Me siento muy privilegiado y muy orgulloso de poder estar aquí, y espero devolver con mucho trabajo todo el cariño, el apoyo y la confianza que tantísima gente me ha dado.
P. ¿Conoce ya las señales que cada grupo da sobre el sentido del voto?
R. Sí, sí. Ya nos han explicado, nos han hecho un mini curso al principio para que no nos equivoquemos. La pasada semana ya tuve la oportunidad de poder votar y me dio tiempo a aprendérmelo. No es especialmente complicado. Imagino que en alguna jornada en la que hay muchas votaciones y se acumula el cansancio puede haber algún error.
P. Con una mayoría parlamentaria ajustada, más le vale que no haga un 'Casero' siendo novato.
R. Ya estarán los compañeros y las compañeras pendientes de los que somos nuevos para que no nos equivoquemos. Yo, que además para estas cosas soy muy nervioso, miro a los dos lados, lo compruebo varias veces y espero no equivocarme porque esa foto no la quiero.
Yo, que además para estas cosas de las votaciones soy muy nervioso, miro a los dos lados, lo compruebo varias veces y espero no equivocarme porque esa foto no la quiero
P. En el pasado ya hubo exdeportistas en el Senado o el Congreso, pero les encasillaron en asuntos que tenían que ver con el deporte, o pasaron inadvertidos. ¿Puede terminar siendo también su caso?
R. Espero que no. Aparte de mi experiencia en el ámbito deportivo durante tantos años, tengo mi formación. Me licencié en Periodismo, estudié también Comunicación Audiovisual. Además de las dos carreras, tengo un máster en Comunicación Corporativa, Eventos y Protocolo, un MBA, y evidentemente creo que los temas que más conozco son aquellos en los que más puedo aportar: los temas LGTBI que están incorporados en igualdad y deporte. Creo que es importante que las personas que venimos de fuera de la política podamos aportar nuestra experiencia. También va a depender un poco del trabajo de cada uno y de la visibilidad que nos busquemos. No tengo miedo a quedar diluido. Creo que conozco los ámbitos en los que voy a trabajar y puedo aportar una visión y un prisma que contribuyan a construir una España mejor.
P. Todo su activismo ha girado en torno al movimiento LGBTI. ¿Seguirá siendo su campo de acción como diputado?
R. Voy a estar en la Comisión de Igualdad con los temas LGTBI, también en la Comisión de Deporte y en la Comisión de Adicciones, algo que me interesa, que me gusta y sobre lo que es importante trabajar. Por mi experiencia y por mi información, sobre todo de los dos primeros, puedo aportar muchas cosas para ayudar a construir una sociedad mejor. No se pueden dar los derechos que tenemos por garantizados. Lo que no se protege y no se defiende se puede perder, como estamos viendo en la Comunidad de Madrid. Es importante que el colectivo [LGTBI] sienta que tiene una voz que lo representa dentro del Congreso, un activista que les va a proteger. Y en el ámbito deportivo creo que los últimos acontecimientos evidencian la necesidad de un volantazo, apostar y trabajar por un deporte feminista, igualitario, diverso, plural. Es muy importante que sus estructuras también empiecen a reciclarse y a ponerse a la altura de la sociedad española de 2023.
Por mi experiencia y por mi información, sobre todo en temas de deporte y LGTBI puedo aportar muchas cosas para ayudar a construir una sociedad mejor.
P. Cinco secretarios de Estado para el Deporte en cinco años. Da la impresión de que éste gobierno no le concede mucha importancia al deporte, salvo cuando estalla algún conflicto en el fútbol
R. Las personas que han pasado por esa secretaría de Estado han hecho un gran trabajo. Por circunstancias diferentes ha habido bastante movimiento, pero yo espero que el nuevo secretario de Estado tenga ese espacio para poder trabajar. Y desde luego, creo que el deporte es un valor para la sociedad, un derecho. El deporte es muchísimo más que competición. Son valores, sentimiento de pertenencia, un estilo de vida saludable, enseña a ganar y a perder, y creo que es una herramienta muy potente para transformar la sociedad; para educar también. Así que tiene que potenciarse más.
P. ¿Le incomoda o asume con normalidad que en el Parlamento se usen lenguas cooficiales de algunas comunidades?
R. No, en absoluto. He vivido prácticamente tres años en Tarrasa, llevo desde que tengo 16 años viajando a Cataluña con el waterpolo, escuchando el catalán pues la mayor parte de compañeros de la selección eran catalanes y hablaban catalán. Yo no solamente lo entiendo, incluso lo puedo hablar y me puedo defender. El Congreso es la casa de todos los españoles, España es un país con una riqueza cultural enorme, con mucha diversidad y creo que hemos tardado mucho en que las personas que tienen otros idiomas maternos los puedan también utilizar en el Congreso. No es que no me incomode, sino que creo que es necesario.
P. Tiene su despacho en la sede federal del PSOE. ¿Como vivió las manifestaciones en Ferraz?
R. Pues viví esos días con tristeza, la verdad, y con preocupación. Por supuesto que es legítimo que los ciudadanos estén a favor o en contra de algunas medidas que se puedan tomar. Y es legítimo manifestarse para mostrar un rechazo. Pero creo que lo que ha ocurrido estos días en Ferraz ha sido algo verdaderamente inaceptable. Los trabajadores de la casa tenían que salir varias horas antes para evitar cualquier tipo de riesgo. Y lo que se inició en principio como una protesta acabó convirtiéndose en un aquelarre de cánticos homófobos contra el ministro Marlaska, cánticos machistas. Hemos visto por ahí escenas con muñecas hinchables, ha habido proclamas fascistas, banderas franquistas, vivas a Franco, se ha cantado el Cara al sol. Cuando estás rodeado de personas que están llevando ese tipo de comportamientos nadie puede sentirse representado. Hemos visto cómo se han vandalizado centenares de casas del pueblo del Partido Socialista. Ha habido señalamiento a sus diputados. Todas estas cosas no pueden caer en saco roto. Necesitamos, desde luego, una oposición que defienda sus postulados legítimamente, pero que condene la violencia, cosa que no ha hecho con lo que ha sufrido el Partido Socialista. Al final, ese tipo de situaciones generan un ambiente un poco irrespirable, no solamente por las redes sociales, sino hasta en la calle. Yo mismo he sufrido algún insulto o alguna amenaza. Lo he vivido con tristeza y preocupación.
P. ¿En su ficha como diputado aparece jugador de waterpolo?
R. Aparezco como jugador waterpolo porque lo he querido incorporar. Es una parte importantísima de mi vida. Llevo en las piscinas desde que tengo dos años, jugando al waterpolo desde los ocho, entrenándome una media de cinco o seis horas desde los 16. Por tanto, es una parte de mi identidad. Y claro que aparezco como jugador de waterpolo porque sigo en activo.
Ahora tenemos un parón en la Liga hasta finales de febrero y estos dos meses me van a servir para tomarle el pulso al Congreso, para empezar a rodarme y organizarme. Espero poder seguir compitiendo. Esa, desde luego, es mi intención.
P. ¿Entonces va a poder seguir jugando en el Real Canoe?
R. Desde que estoy en política, desde que asumí la responsabilidad de llevar la secretaría LGTBI del partido, la prioridad es mi trabajo, y ahora como diputado. Pero el tiempo libre que me quede se lo dedico a mi otra gran pasión que es el deporte. En el club saben perfectamente que lo primero son mis responsabilidades políticas. Antes de entrar en el Congreso, durante la primera vuelta de la Liga he jugado la mitad de los partidos, aunque por la responsabilidad que uno asume no puedo estar implicado al 100%. Pero todo el tiempo libre que tenga lo saco para ir a entrenar, para estar en forma, y luego los fines de semana, que es cuando jugamos, lo seguiré haciendo cuando no tenga nada en agenda. Es otra etapa de mi vida deportiva y la estoy disfrutando muchísimo. Me sirve también para desconectar, para seguir compitiendo, que es lo que más me gusta y espero poder estirar este chicle lo máximo posible. Ahora tenemos un parón en la Liga hasta finales de febrero y estos dos meses me van a servir para tomarle el pulso al Congreso, para empezar a rodarme y organizarme. Espero poder seguir compitiendo. Esa, desde luego, es mi intención.
P. Ahora que es diputado, con mayor visibilidad ¿No teme ser increpado cuando juegue?
R. Por supuesto que cabe la posibilidad. Todos los debates que se dan en el Parlamento, en el Congreso, dependiendo de su cariz también se trasladan a la calle. Por eso mismo creo que es muy importante la responsabilidad de los dirigentes políticos a la hora de rebajar el nivel. Y aquí están muy claros dos modelos. Hay un intento de la oposición de fomentar un ambiente de crispación irrespirable, que espero que no se traslade al deporte. Desde luego, yo no lo he vivido y espero que no me toque. Desde que estoy en política, más allá de algún comentario tipo chascarrillo, lo que he sentido es mucho respeto y cariño. En el waterpolo no hay un ambiente polarizado, sino todo lo contrario. La gente me desea mucha suerte. Quizá donde más lo puedo sufrir, de manera entrecomillada, por supuesto, es en el vestuario con mis compañeros, que sí que me hacen más bromas, pero con el máximo cariño. Esta etapa como político la estoy viviendo con bastante tranquilidad en el ámbito deportivo.
Todos los debates que se dan en el Parlamento, en el Congreso, dependiendo de su cariz también se trasladan a la calle. Por eso mismo creo que es muy importante la responsabilidad de los dirigentes políticos a la hora de rebajar el nivel.
P. ¿Si a los políticos que cambian de partido se le tacha de chaqueteros, a los deportistas que cambian de club también hay que considerarlos así?
R. Cuanto más mayoritario es un deporte y más gente lo sigue, mayor romanticismo hay alrededor. Yo soy aficionado del Atleti, por ejemplo, y no quiero ver al Cholo entrenando a otro equipo, ni me gustó cuando se fueron Griezman o Torres, y quiero ver a Koke siempre con la camiseta del Atleti. Pero también soy deportista y yo he salido del club de mis amores, que es el Canoe, buscando un reto deportivo más grande, crecer deportivamente en unas mejores condiciones. Creo que es absolutamente legítimo que el deportista busque lo mejor para él. Todos queremos perfiles como Totti, Raúl o Xavi, jugadores que nada más que han jugado en un equipo, pero a veces tendemos a deshumanizar al deportista y ocurre mucho en el fútbol. Se nos olvida, ahora que está sobre la mesa el tema de la salud mental, la presión mediática a la que están sometidos muchos chicos desde los 18 ó 19 años, chavales aún. Creo que se puede encontrar un equilibrio entre buscar lo mejor para ti y preservar ese punto de romanticismo. Desde luego, como se está en casa, más feliz no se está en ninguna parte.
P. ¿Dónde se reparte más, en el hemiciclo de las Cortes o en un partido de waterpolo?
R. Se da más estopa en un partido de waterpolo, sin duda. Lo que pasa es que cuando un partido acaba, lo que ocurre, se queda ahí, en la piscina. Por desgracia, las cosas que se dicen en el Congreso no solamente se quedan aquí, sino que se llevan a la calle. Y ahí hay una parte importantísima de responsabilidad por parte de los políticos, de saber que lo que dicen tiene consecuencias. Eso es lo que me motivó a mí a estar en política, el auge de los discursos de odio que hace unos años parecían marginales. De repente vemos a personas en las asambleas autonómicas, en los parlamentos, en el Congreso, diciendo cosas que hacía años que no se escuchaban y que parecían superadas. La cancelación de la cultura, la retirada de banderas, el recorte a las consejerías de Igualdad, todas estas cosas se trasladan a la calle y evidentemente eso se acaba respirando.
P. Qué valor aprendido en el deporte cree que le vendría bien a la política española?
R. La deportividad. Cuando tú compites y has jugado, mejor o peor, aceptas el resultado. Y creo que eso se echa en falta, que se respete el resultado de las urnas y, sobre todo, que se entienda el sistema electoral que tenemos en España. A algunos le vendría muy bien, porque si no se les van a hacer muy largos estos próximos cuatro años.
P. ¿Tiene claro que la legislatura va a durar cuatro años?
R. Totalmente. Sin ningún tipo de duda.
Su denuncia de insultos homófobos por parte de un rival marcó un hito en el deporte español
Víctor Gutiérrez se convirtió en un referente, quizá el más significado, de la comunidad LGTBI en el deporte español cuando decidió salir del armario públicamente en la revista 'Shangay' en 2016. Asumió abiertamente su condición sexual, que había empezado a sentir desde la adolescencia. Un proceso que explica en el libro autobiográfico 'Balón amarillo, bandera arcoiris'. Hasta entonces encontró en el waterpolo desde prejuicios atávicos hasta plena aceptación, esto último principalmente entre los compañeros de su club, el Real Canoe, y en el CN Terrassa.
Jugando en este último equipo fue protagonista no deseado de un episodio que marcó un hito en la tolerancia con actitudes y ataques homófobos. "Hace dos años sufrí un insulto homófobo mientras competía [el jugador serbio, por entonces en el Sabadell, Nemanja Ubovic le llamó reiteradamente maricón en un partido de Liga]. La denuncia que hice pública se tradujo después de la investigación de la Federación Española de Natación y del Consejo Superior de Deportes, en la primera sanción por homofobia en el deporte español. Creo que es algo de lo que sentirse orgulloso, porque en el deporte español ya no cabe ese tipo de comportamientos. No es la primera vez que me pasaba. Por suerte no me ha vuelto a suceder mientras competía y espero que no vuelva a repetirse".
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