Toni Ponce, mordiendo la medalla de plata en 200 Libres S5. A Toni Ponce (Barcelona, 1987) le picó el gusanillo de la natación al ver los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 por televisión. En la misma piscina que su sueño comenzó a gestarse a distancia, acaba de conquistar tres medallas mundiales. El catalán es uno de los protagonistas del noveno reto -de un total de 20 hasta Tokio 2020 - de CaixaBank , entidad que lleva a cabo un programa integral de visibilidad y promoción del deporte paralímpico en el marco del patrocinio del programa ADOP y de su campaña Inconformistas del deporte . Dar relevancia a sus capacidades, en lugar de a sus discapacidades, es su objetivo est e mes.
Una plata y dos bronces en los Mundiales de Londres y mejor nadador de las Series Mundiales. ¿Estamos ante el mejor Toni Ponce de la historia? En cuanto a resultados, entrenamientos y objetivos, sí. Es mi mejor época, mi mejor versión hasta ahora, pero siempre se puede mejorar. Ha sido una temporada redonda, pero ya pienso en la siguiente.
¿Qué balance hace de los Mundiales? Nuestro objetivo era ganar tres medallas y las conseguimos. Pero me quedó el mal sabor de boca en los 100 braza porque me hubiese gustado más.
¿Qué significa para usted ser campeón de las Series Mundiales por primera vez ? Es un premio a la regularidad. Desbancar a Daniel Dias, que es el referente masculino de la natación paralímpica, demuestra que estoy peleando con los mejores de la historia.
¿Cuánto trabajo hay detrás de estos resultados? Entreno seis días a la semana en piscina y también trabajamos en el gimnasio. Hay que cuidar muchos aspectos: la dieta , trabajo con el fisioterapeuta , la parte psicológica (visualizaciones mentales en las que planteas hasta cómo te comportas en la cámara de salida) y una sesión a la semana con el biomecánico para pulir detalles, ver dónde fallan los rivales y qué tengo que corregir yo. Buscamos rascar décimas que van sumando y te dan medio segundo, que puede ser el que te falta para la medalla. Y todo ello bajo la supervisión de mi entrenador Jaume Marcé, que es quien hace la planificación perfecta para rendir mejor.
Compitió en la misma piscina en la que se celebraron los Juegos de Londres 2012. Esos Juegos le cambiaron la vida. ¿Qué ha significado para usted estar allí? Sí, decidí dedicarme a la natación tras ver por la tele los Juegos Paralímpicos de Londres. Competir en la misma piscina era un extra de motivación.
¿Con qué edad empezó a competir? Mis padres me apuntaron a la piscina cuando tenía seis años porque el médico nos lo recomendó para mejorar la movilidad de mis piernas. Al no haber gravedad, me costaría menos. Pero la dejé cuando tenía 13 ó 14 porque competí con niños sin discapacidad y quedé el último. Pensé que era malísimo. Un entrenador me habló de la natación adaptada pero yo no había convivido con gente con discapacidad. Mi relación con mis compañeros hacía que no sintiese que yo tenía una.
¿Cómo fue su infancia? Fue normal. Cuando iba al colegio jugaba con mis amigos al fútbol, pero pedía ser portero para correr menos. Ahora a la mínima hay bullying, pero yo agradezco que no se metiesen conmigo. A mí nunca me llamaron 'el cojo', era uno más y si me caía me ayudaban a levantarme como al resto. Nunca me sentí infravalorado.
¿Cuál es exactamente su discapacidad? Tengo paraparesia espástica bilateral degenerativa que produce debilidad en las piernas, me cuesta coordinarlas y andar en espacios abiertos.
¿Es complicado compaginar los entrenamientos y competiciones con su consulta como fisioterapeuta? Es saber gestionar bien la agenda. Me ayuda a desconectar de la natación, que me viene bien.
Queda menos de un año para Tokio 2020. ¿Cuál es el objetivo en sus segundos Juegos? No quiero meterme presión. En Río fui finalista. Ahora estamos arriba y hay opciones de medalla. Hay que seguir entrenando al máximo, estudiar a nuestros rivales y ser más competitivo. El objetivo es pelear por el podio.
En el camino hacia los Juegos, ¿hasta qué punto son importantes patrocinadores como CaixaBank que apuestan por las becas ADOP? Son empresas valientes porque no van a lo fácil. En el caso de CaixaBank, lo que más me gusta es el mensaje de #Inconformistasdeldeporte porque los deportistas paralímpicos siempre queremos más, somos competitivos y no nos conformamos con nada. La discapacidad para ellos es secundaria, se centran en nuestra competitividad. Gracias a patrocinadores como a ellos podemos dedicarnos de forma más profesional a este mundo.
¿Qué le parecen sus mensajes de inclusión e igualdad? Me gusta que CaixaBank nos trata como deportistas de élite, que es lo que siempre hemos pedido. Y nos da visibilidad.
¿Os sentís ahora más apoyados por empresas y medios que en años anteriores? Es verdad que cada vez hay más medios interesados pero lo que a veces echamos de menos es la visibilidad en la televisión porque sólo somos visibles cada cuatro años.