En la tierra de un español, de Rafa Nadal, en Roland Garros, otros dos españoles como Martín de la Puente y Daniel Caverzaschi se han convertido en gigantes, en leyendas. Han escrito sus nombres en la historia. Ganaron en dobles un bronce histórico que supone la primera medalla del tenis español en unos Juegos Paralímpicos desde Barcelona'92 y la número 37 para España en París, que ya supera las 36 de Tokio. Se impusieron a los ses Frederic Cattaneo y Stephane Houdet, cuyo capitán es el mítico exjugador Yannick Noah, en el súper tie-break (10-5) después de haber perdido el primer set 4-6 y haber ganado el segundo por 6-4. Como dijo el madrileño nada más llegar a la zona mixta para hablar con los enviados especiales, "Roland Garros es español". Después de recibir la medalla se les seguía escuchando corear esta frase.
Porque no sólo tuvieron que enfrentarse a la pareja gala con un Frederic Cattaneo que disputa sus cuartos Juegos y un Stephane Houdet que es tres veces campeón paralímpico en dobles (Pekín 2008, Río 2016 y Tokio 2020), sino también a todo el público en contra de una abarrotada pista Suzanne Lenglen que no paró de animar a los suyos al grito de Allez les Bleus! En algún momento incluso el gallego tuvo que pedir silencio. "Es que hubo un momento que era ensordecedor y le dije al árbitro que pusiese un poquito de orden", explicó.
El vigués llegaba en su mejor momento a París, asentado en la tercera plaza del ranking mundial entre los mejores. El madrileño ya está recuperado de una lesión en la muñeca izquierda que le ha traído por la calle de la amargura desde 2021. Disputó los Juegos de Tokio, pero tras ellos ha tenido que pasar tres veces por el quirófano. Volvió a la competición en octubre del año pasado y hoy echaba la vista atrás y se acordaba de todo aquello.Hace un año no sabía si iba a poder estar aquí", reconoció.
Primer set para los ses
Hubo que esperar al quinto juego del primer set para romper la igualdad reinante. Los ses habían tenido en el cuarto cuatro bolas de rotura del servicio pero la dupla española logró salvar todas ellas. No así en el quinto, que rompieron el saque de De la Puente (3-2). El público enloquecía con cada punto de los galos, que celebraban como una victoria.
El partido estaba muy igualado y tener a todo el público en contra pareció una motivación extra para la dupla española, que en el octavo juego logró el break para igualar el set (4-4). Pero los ses contestaron con rotura del servicio en el siguiente juego. Sacaban para ganar y no desperdiciaron la oportunidad. En un abrir y cerrar de ojos se colocaron con tres bolas se set y cerraron su servicio dejando en blanco a Caverzaschi y De la Puente y adjudicándose la primera manga por 6-4.
Caverzaschi y Martín muestran su garra
En el segundo set los españoles salieron como un ciclón, con un juego eléctrico que sorprendió a los ses y rápidamente se colocaron 3-0. Ganaron más puntos desde la red. Pero llegó la reacción de los ses, que se adjudicaron los tres juegos siguientes para empatar el partido. La grada gritaba más que nunca.
"Nos preparamos mentalmente porque sabíamos que iba a ser duro y al principio estábamos tensos pero le acabé cogiendo el gusto, la verdad. Me puse, no quiero decir la palabra... bueno, va, me puse cachondo", reconocía entre risas Caverzaschi.
Pero Cattaneo y Houdet subieron su nivel y con tres juegos seguidos empataron el partido. La dupla española cuajó dos juegos soberbios con dejadas y llegadas a la red que les dejó 5-3 arriba en el marcador y saque, algo que no supieron aprovechar. Dos errores de De la Puente permitieron a los locales meterse en el partido (4-5). Sin embargo, un juego magistral al resto les dio el set 6-4.
La lucha por el bronce se iba al súper tie-break, al mejor de 10 con diferencia de dos. Casi siempre por delante los españoles, el marcador se mantuvo apretado hasta el 5-5. A partir de ahí dos voleas y dos dejadas soberbias les colocaron con punto de partido. La doble falta de Cattaneo otorgó la victoria histórica para Caverzaschi y De la Puente, que se fundieron en un abrazo antes de ir a ver a sus familiares y de colgarse ambos la bandera española.
"Estamos satisfechos con el trabajo que hemos hecho esta semana. Hemos sabido gestionar los nervios y las emociones y hoy el partido fue bonito y muy sufrido, pero lo pasamos bien y ahí al final supimos reponernos, sobre todo al primer set de los ses. Llevamos años trabajando, intentando humildemente subir el nivel y llegar a grandes cosas como estamos acostumbrados con los jugadores de a pie. Yo veía en las gradas a nuestras familias y al equipo y piensas en años atrás, que estaba jugando en la pista de club solo. Nuestra ambición no tiene límites, vamos a intentar llegar a lo más alto", dijo con ambición De la Puente.
Nuestra ambición no tiene límites, vamos a intentar llegar a lo más alto
El vigués reconoció que le costó recuperarse del "baile" que le metió el británico Alfie Hewett ayer en semifinales. Por la mañana tenía pensamientos negativos y estaba con "aceleración mental". Comiendo trataron de quitarle importancia para salir con la mente limpia. "Hemos tenido que mejorar mucho nuestras emociones porque Dani y yo somos unos tíos bastante impulsivos muchas veces", confesó.
Nuestra ambición no tiene límites, vamos a intentar llegar a lo más alto
Y se notaba ese carácter y esa personalidad en la forma de celebrar cada punto. "Esto es una maravilla, es una experiencia que nos vamos a llevar para toda la vida, aparte de la medalla de bronce, que estamos súper orgullosos y que, por fin, hemos conseguido", dijo Carverzaschi, de 31 años. "Martín y yo somos muy ambiciosos y vamos a ir a más y ojalá tengamos muchos más escenarios así", concluyó.
De la Puente puede hacer doblete
Martín, ganador del US Open 2022 en dobles con el francés Nicolas Peifer y ha sido este año finalista en Wimbledon, tendrá mañana la oportunidad de ganar otro bronce, esta vez en individual, frente al argentino Gustavo Fernández (13:30 en la Philippe Chatrier).
Tiene claro que su objetivo es que cuando acabe su carrera y mire atrás vea que lo dejó "todo en el camino". "Si hay 50 medallas, ojalá, pero quiero el día de mañana irme a dormir tranquilo y decir: 'Mira, yo me rompí los huevos en los entrenamientos'", dijo a la vez que agradeció el apoyo de Carlos Alcaraz que al igual que el resto de tenistas españoles "siempre nos han ayudado. Yo creo que el tenis en silla y de pie español han hecho mucha sinergia", sentenció.
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