- Entrevista MARCA. Ángel Arroyo, el último rey del Puy de Dome trabaja en lavaderos de coches 40 años después: "No me da para jubilarme"
- Directo. Etapa 15 Tour de Francia
Ángel Arroyo, gran protagonista del día por su pasado excelso en el Puy de Dome y que tuvo gran repercusión este domingo tras su entrevista en MARCA, se pasó la noche del domingo en el programa 'Goles' de Radio MARCA con Pedro Pablo Parrado.
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Allí, el exciclista ofreció más detalles sobre lo que le está pareciendo el Tour de Francia, de su pasado y presente. "Está la cosa muy igualada entre Pogacar y Vingegaard. Pero lo que está claro es que, este domingo, se me hizo más duro verlo que subirlo casi en su día. Es un puerto que no tiene recuperación. Los últimos 4 km son para arriba, más y más. Me recordó todo. Lo único que no estaba es en tren que ahora sí que está", decía Arroyo en el programa radiofónico sobre la situación actual de la ronda gala y lo que vio el domingo.
La etapa le trajo recuerdos: "Fuimos al Tour como poca cosa y salimos como espadas. Pasé de todo: el pavés que no lo habíamos hecho en la vida, sólo habíamos visto unas imágenes en la concentración de invierno que nos llevó unos vídeos Chico Pérez. La etapa del pavés fuimos por la noche a verla, porque estaba a 12 km. Entré el último, pero entré".
También habló sobre su situación económica. "Creo que no me puedo estar quito. Tengo tres lavaderos. Soy feliz cómo estoy ahora", expone alguien que tampoco está siguiendo el Tour con muchísimo detalle: "Si te soy sincero, la etapa del Tourmalet la vi en diferido y la del domingo. Pero sí que veo que hay dos corredores que se están partiendo el bacalao. Escuché a Matxin, que es inteligente, pero creo que se equivoca. No creo que les llevan en bandeja y le claven el puñal".
Eso sí, no le afecta que llevemos 100 etapas sin ganar los españoles en el Tour: "Son épocas. Desde que ganó Ocaña hasta el siguiente pasaron 10 años. Esto va por rachas y es así. El año que hice yo segundo, al siguiente hice sexto y gané una etapa y fue un fracaso. Y yo también lo veía así, sólo te digo".
Arroyo, que tiene tres lavaderos, explicó cómo se reinventó en su negocio: "Lo del lavado surgió al mismo tiempo que la construcción, que eso no fue bien. Fuimos ampliando el negocio. Luego nos metimos en cosa que valen dinero, que hay que pagarlas en plena pandemia y hay que pagarlo. Pero gracias a dios estamos funcionando. Luego me cogeré la pensión que se me ha quedado de 600 euros. Me queda un año y luego me cojo la jubilación. Después de que llevo toda la vida trabajando no me da para vivir... Yo empecé de aquella manera, luego te vas dando cuenta de cómo van las cosas y te tienes que readaptar".