- Noelia Ramos, un cerrojo de oro El recuerdo de una etapa preciosa
Noelia y Natalia Ramos tardaron poco en llamar la atención. Sus actuaciones en las categorías inferiores de la selección española despertaron el interés de los equipos más grandes de nuestro fútbol. Abandonaron rápido su casa para seguir avanzando en sus sueños. Ahora en su regreso a un vestuario y en su vuelta a casa, levantan el vuelo y miran alto. Sobre todo Noelia, ya que Natalia está en la recta final de una recuperación de un cruzado, que ha vuelto a encontrar la regularidad y que, en Radio MARCA, habló sobre su momento de madurez casi plena en el que se encuentra.
Su éxito se produjo muy temprano y, ahora, con la perspectiva del tiempo analiza cómo fueron esos momentos en los que su nombre se ligaba a clubes del más alto nivel: "Las cosas vienen cuando vienen. Uno tiene que estar preparado para gestionarlo de la mejor manera posible. Doy gracias a que siempre hemos tenido a mi padre que es la vena más futbolera y siempre nos ha exigido mucha humildad y tener los pies en la tierra. La gestión es complicada, pero la vida no es color de rosas".
Es muy fácil compartir vestuario con una hermana gemela. No hace falta ni que hablemos
Ella, instalada ahora en su madurez deportiva, no duda en reconocer que es consciente de que tiene que demostrar lo que en su momento exhibió y con ese objetivo trabaja: "El fútbol tiene poca memoria. Con el paso del tiempo, al final lo que más valoras es cada momento y lo que te llevas de cada rato que compartes. Lo más importante es que nosotras ahora seguimos disfrutando como el primer día".
Su historia con su hermana gemela Natalia fue muy contada al igual que sus enfrentamientos en el terreno de juego. Ahora, han vuelto a compartir vestuario y, a juzgar por los pensamientos de la guardameta, está muy contenta: "Es muy fácil compartir vestuario con una hermana. No hace falta hablarnos. Ahora la echo mucho de menos, pero ojalá quede poquito para que vuelva".
Un sueño por cumplir
Y es que, como hemos señalado anteriormente, su fuga fue muy rápida desde Tenerife. Ni siquiera habían cumplido los 18 años. Ahora, buscan reconectar con aquellas niñas que jugaban desde pequeñas: "En diferentes situaciones, ambas hemos elegido volver a casa. Natalia lo hizo al año cuando acabó en el Levante y yo seguí un poco más. Han sido cuatro años y medio espectaculares en los que he madurado mucho. Luego decidí que era tiempo de volver. Ahora valoramos todo lo bueno que nos está pasando".
Eso sí, Noelia no puede ocultar que le haría mucha ilusión volver a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas: "Valoro mucho el haber vuelto a jugar cada fin de semana porque venía de unos años en los que no lo hacía. Quiero seguir ayudando al equipo y seguir cumpliendo sueños. No lo puedo ocultar: sueño con la selección española. Es mi gran sueño y ojalá pueda conseguirlo".
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