Álvaro Morata es, sin lugar a dudas, uno de los futbolistas españoles más talentosos y versátiles del planeta. Sin embargo, a pesar de sus logros en el campo y Morata ha sido un jugador que divide opiniones y suscita críticas. Cae mal. ¿Por qué? ¿Es justo? No lo parece. Su debilidad en algunos momentos y su tono triste, le han condenado. Eso no lo podrá remontar, por muy injusto que sea. Juega en el Atlético, los del Madrid ya no lo tragan, los del Barça no lo pueden ver y los del resto de equipos, se mofan de sus frases o errores como si jugar en el Chelsea, Real Madrid,Atlético o Juventus. Me recuerda al: "No, mejor tú".
Lleva una concentración perfecta en la que se ríe de sí mismo, bromea sobre sus frases al llegar a los clubes, ayer dio una muestra más de su gran corazón saltando al campo con un casco para visibilizar la lucha contra el autismo y encima hizo gol. Si fuese otro, hoy valdría 15 millones más, sería el mejor nueve del momento y la batalla en Oslo sería un Haaland vs Morata de manual.
Morata es un ejemplo de que en el fútbol no solo importa lo que haces con los pies, sino también lo que tienes en la cabeza. A pesar de todas las críticas y burlas, ha sabido mantener su cabeza en alto, seguir marcando goles y rechazando muchos millones por cumplir un sueño. Y eso es fantástico.
Morata nos recuerda que, a menudo, el camino hacia el éxito en el fútbol implica trabajar tanto en el aspecto mental como en el físico del juego. Olvidar la de veces que se rieron de él y asumir que puede que sea el mejor nueve de Europa. Cae mal. Pero es el mejor.