"Menos 'fuck' de Jude y más penaltis a Vinicius"

Después del curso acelerado de inglés en 1000 palabras que media España ha aprobado este fin de semana sería bueno poner el foco en lo verdaderamente mollar: el penalti a Vini no señalizado ni por el árbitro, ni por el VAR sí que fue para decir “fuck”. Porque ésa es la madre del cordero. Pitan árbitros ciegos, aunque de oído muy fino. O lo que es lo mismo, como la película No me chilles que no te veo.

Jude estuvo bien expulsado, aunque fuese de casualidad

Discutir la acción de Bellingham es una buena distracción. Jude estuvo bien expulsado, aunque fuese de casualidad. Munuera se la jugó a una “phrasal verb” y resultó ser otra. Da igual. Le sumas el “fucking goal”, el bramido al linier del derbi y lo de “pedazo de mierda” al mismo árbitro, que en castellano suena más despectivo, y la roja parece quedarse corta. El 5 del Madrid es demasiado maleducado para lo bueno que es con el balón en los pies.

Pero no nos desviemos del tema. El Madrid podría y debería tener cuatro puntos más que se han ido al limbo en las tres últimas jornadas y sienten que todo es debido a represalias por el duro comunicado emitido cuestionando el sistema arbitral al que parecen adherirse ahora clubes como Alavés y Real Sociedad después de padecer el tercer gran problema de nuestro fútbol: la falta de calidad y nivel en el colectivo que capitanea Medina Cantalejo. Los dos primeros problemas, por si te lo preguntas, están muy claros: la violencia alrededor de los partidos, ésa que denunció Vinicius y casi pedimos su deportación y la inacción de la clase dirigente, que solo es ágil para los tuits de réplica.

Hoy juega el Barça y a lo mejor el Rayo es capaz de sorprender al equipo de Hansi Flick, ese buen hombre al que no le gusta escuchar en inglés “jódete”, pero no le duelen los oídos con el “cagones” en brasileiro universal de Raphinha. El miércoles llega el City y su 1% de posibilidades según Pep, y luego el Girona, aparentemente rival cómodo en el Bernabéu. Puede que la combinación de resultados en estos tres partidos nos hagan olvidar lo sucedido en Pamplona donde lo peor no fueron los errores de apreciación o criterio, también Mbappé hizo internacional a Sergio Herrera. Lo triste y preocupante es el desapego, amago de boicot incluido, que empieza a sentirse por una competición completamente descuidada.