El XV del dragón pagó los platos rotos frente a la selección sa de rugby, que volvió a la senda de la victoria tras el inesperado empate (13-13) que concedió ante Italia y se impuso este domingo por un claro 24-45 a Gales, que peleará en la última fecha por evitar la cuchara de madera.
Hasta ocho cambios introdujo el entrenador francés Fabien Galthié con respecto al equipo que empató hace dos semanas contra Italia, en un encuentro en el que sólo el palo, que repelió la patada final de Paolo Garbisi, evitó la derrota sa.
Los cambios refrescaron el ataque francés, que cerró la primera mitad con dos ensayos, pero no sirvieron para reforzar la defensa del XV del Gallo, que concedió casi de la nada dos ensayos al equipo galés.
Un intercambio continuo de golpes que permitió a Francia llegar al descanso con una ligera ventaja (17-20) gracias al acierto de Thomas Ramos, que no falló ninguna de las cuatro patadas que intentó en la primera mitad.
Esa buena dinámica ofensiva de ambos equipos se prolongó en el segundo tiempo, que arrancó con un nuevo ensayo para Gales (24-20) al que el equipo francés respondió rápidamente con un ensayo de Gregory Alldritt.
Un ensayo que no subió al marcador tras ver como al jugador francés se le escapaba el balón de las manos antes de posarlo tras la línea de marca.
Esa decisión, lejos de descentrar al equipo francés,hizo más fuerte al XV del Gallo, que no cometió casi ningún error en el resto de la segunda parte.
Unas buenas fases defensivas y un buen nivel ofensivo permitió a Francia sumar tres ensayos más, obra de Georges-Henri Colombe, Romain Taofifenua y Maxime Lucu, que terminó con el definitivo 24-45 para los visitantes.
El triunfo les deja un buen sabor de boca y ahora solo piensan en la última jornada del Seis Naciones en la que reciben en Lyon a Inglaterra, mientras que Gales tiene la obligación de ganar a Italia en Cardiff si no quiere "ganar", veintiún años después, la cuchara de madera.
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