Carlos Alcaraz sumó este martes la vigesimosexta victoria de la presente temporada tras derrotar a Alexander Zverev por un contundente 6-1 y 6-2, en 1 hora y 22 minutos.
El murciano, que el próximo viernes cumplirá 20 años, despachó al doble campeón del Mutua Madrid Open con la facilidad del que sale a un entrenamiento.
La fluidez con la que se desplaza y conecta sus golpes propicia que haya batido su propia marca de saque. En el juego inicial, alcanzó los 227 kilómetros por hora. Es el cuarto servicio más rápido del tenis español detrás de Alejandro Davidovich (252km/h), Feliciano López (244) y Bernabé Zapata (237).
Tercer tenista con mejor porcentaje de victorias en tierra
Carlitos, que tiene que volver a jugar mañana con Karen Khachanov, aceleró hacia el triunfo con dos roturas en el primer set. Impresionó la segunda, cuando volvió de un 40-0 en contra.
Zverev, fallón como siempre desde que volvió de la rotura de ligamentos, está lejos del nivel que le llevó a los cuartos de las últimas cinco ediciones del Masters 1000 madrileño. Se salvó en el debut con Roberto Carballés. Pero se quedó sin argumentos para hacer frente al tenista del momento.
Alcaraz volvió a firmar puntos para enganchar a los aficionados: un pasante de derecha con 2-2 y 0-30 levantó a la entregada grada de la pista Manolo Santana. El apoyo se lo agradeció el tenista a la conclusión firmando 'Gracias Madrid' en la cámara.
Fue en ese quinto juego cuando llegó la tercera rotura del tenista de El Palmar. El alemán pedía explicaciones a su banquillo en el que no estaba su técnico Sergi Bruguera. No obtuvo respuestas y sí errores no forzados, un total de 22.
Siempre ganador
El pupilo de Juan Carlos Ferrero tiene ganado el cara a cara con Khachanov: octavos de Roland Garros y cuartos de Hamburgo, todo en 2022. Llega a la cita lanzado porque ha decantado a su favor los últimos 18 partidos sobre la arcilla española. El buen momento del tenista invita a pensar que volverá al restaurante De María, en el que ha cenado tres noches desde que llegó a Madrid.
