Novak Djokovicganó en Roland Garros el pasado 11 de junio y un día más tarde puso rumbo a la costa de Portugal donde ha pasado vacaciones en familia para desconectar del tenis.
El serbio, de 36 años, tiene claro que a estas alturas de su carrera no necesita un rodaje previo en hierba para ser competitivo en Wimbledon.
Desde 2018, cuando perdió la final de Queen's con Marin Cilic, que no disputa un torneo preparatorio para el tercer grande. Disputará únicamente un partido de exhibición el próximo jueves, en Hurlingham, frente a s Tiafoe.
Cabe recordar que Novak ha reinado en siete ocasiones en la catedral del tenis, cuatro de ellas consecutivas, y está dispuesto a hacerlo una octava. Eso significaría empatar las ocho coronas de Roger Federer y quedarse a un gran título de completar el 'Grand Slam' en un mismo curso.
Una de las imágenes más recordadas de Djokovic es cuando decide comer hierba a la conclusión de sus finales en Wimbledon, como un acto de pleitesía a las pistas del All England Club.
El sábado repitió ese gesto antes de su primer entrenamiento y dejó una frase en sus redes sociales: "Recordando el sabor y con ganas de más. Es una declaración de intenciones. 'Nole' está dispuesto a comerse la hierba para ser reconocido como el mejor de la historia, si es que ya no lo es porque los números así lo aseveran.
Primer o segundo cabeza de serie
El tenista balcánico seguirá atentamente el desenlace de la final de Queen's entre Carlos Alcaraz y Alex de Miñaur. En juego estará para él seguir manteniendo su condición de número uno mundial y, por tanto, ser el primer cabeza de serie en el cuadro de Wimbledon que se sortea el viernes 30 de junio.
El campeón de 23 'majors' ya sabe que su debut en el torneo británico será el lunes 3 de julio, en lo que será la apertura de la jornada inaugural en la central londinense.
