Carlos Alcaraz ha vencido este martes a Jeremy Chardy. Con su retirada desaparece otro tenista galo del ranking ATP y Francia continúa su declive en el mundo del tenis. El país que alberga uno de los cuatro grandes de este deporte apenas cuenta con jugadores de renombre, que se cuelen entre las primeras posiciones de las listas. Para encontrar un francés en la clasificación hay que irse hasta el puesto 35, donde se instala Adrian Mannarino, de 35 años. Paradójico cuanto menos, pues el templo de la tierra batida se encuentra en un país que invierte grandes cantidades de dinero.
Una de las mayores potencias históricas del tenis sufre de escasez de talento joven. Difícil dar con la fórmula que dé origen a otra otra hornada de jugadores que igualen o mejoren a una generación que conquistó la Copa Davis y que, a pesar de no atesorar ningún grand slam, se colaban entre las últimas rondas de los principales torneos. Gilles Simon, sexto en 2009, Jo-Wilfried Tsonga, quinto en 2012, o Richard Gasquet, aún en activo a sus 37 años, pero séptimo también en 2009.
Los jugadores de Francia tras ganar la Copa DavisFFT
Uno de los últimos en colgar la raqueta fue Tsonga. El francés que, poco después de irrumpir en el circuito, rompió récords e hizo volver a relucir la trayectoria de Francia en el deporte de la raqueta dijo adiós al tenis en Roland Garros 2022. Su primer título individual llegó 24 años después del último conquistado por un compatriota.
En la temporada de 2022 Gilles Simon dio sus últimos golpes. Gasquet aún apura sus años finales, pero ya fuera del Top 50. Y Gaël Monfils, al que las lesiones persiguen sin descanso, no está ni entre los 300 primeros de las listas.
Lo cual nos deja a Jeremy Chardy, Adrian Mannarino, Benoit Paire, Lucas Pouille o Pierre-Hugues Herbert como encargados de alzar la bandera tricolor lo máximo posible en la clasificación. Y lo cierto es que la edad, las competiciones de dobles y su bajo nivel de competición son motivos suficientes para no esperar de ellos un ascenso milagroso a lo más alto de la élite.
El futuro del tenis francés no es joven. No hay talentos emergentes que den un golpe en la mesa. Francia no puede competir con un país como España, que generación tras generación moldea tenistas que alcanzan la élite mundial. Tan sólo hay dos jugadores ses en el Top 100 que estén por debajo de los 20 años y seis entre los 20 y la treintena. Sólo uno de estos en el Top 50. Tenistas que no han destacado lo suficiente y a los que les ha faltado una marcha más para brillar en la cima del ranking.
El último baile de Jeremy Chardy
La derrota de este martes ante Alcaraz no ha sido una derrota más para el número 542 del mundo. Jeremy Chardy había anunciado que se retiraba este Wimbledon 2023. Llevaba sin ganar desde la primera ronda del Open de Australia ante el colombiano Elahi. Ese día dio la sorpresa, pues retornaba a las pistas tras año y medio de parón.
Jeremy Chardy abandonando la pista tras perder con Alcaraz en WimbledonLAPRESSE
Su 2021 se vio truncado por culpa de la vacuna del Covid-19 y su 2022 por unas molestias en la rodilla que le llevaron a pasar por quirófano. Los médicos le auguraron un 60% de probabilidad de no volver a las pistas de tenis. Contra todo pronóstico, Chardy no sólo se personó en el Open de Australia, sino que avanzó a segunda ronda. Se saltó Roland Garros, el grand slam de su tierra, para llegar en perfectas condiciones a Wimbledon, cuya superficie es su especialidad. Luchó por la despedida que se merecía. En un grande y ante el número uno del mundo.
La irrupción de tenistas galos en el circuito no se ha interrumpido. Sin embargo, conforme los grandes como Tsonga, Monfils, Gasquet o Simon han ido abandonando el deporte o la idea de competir al más alto nivel, los llamados a sustituir a esta generación de oro del tenis galo no lo han hecho de la manera deseada. Y ahora, la retirada de Jeremy Chardy deja un poco más huérfano, aún si cabe, al tenis francés.
