Desde hace décadas, el Monopoly es uno de los juegos de mesa más populares. Cuesta encontrar a alguien que desconozca en qué consiste y no haya jugado, al menos una vez. Y como buen juego, su historia es igual de interesante y no es la que todos pensaban. Ni fue Charles Darrow ni se inventó durante la Gran Depresión de Estados Unidos. La realidad es bien distinta.
La historia más creída y extendida por el mundo decía que el Monopoly fue creado por un hombre en paro durante la crisis económica que se vivió al otro lado del charco antes de la Segunda Guerra Mundial. Ese individuo era, supuestamente Darrow, quien imprimió varias copias y, una vez se vio superado, Parker Brothers se hizo con los derechos y comercializó Monopoly, convirtiéndolo en uno de los juegos más aclamados de todos los tiempos.
A día de hoy, el Monopoly cuenta con decenas de adaptaciones, basadas en series o películas de éxito. Además, hay incluso apps y juegos para consolas en los que se pueden realizar las famosas transacciones inmobiliarias en que se basa el juego.
No obstante, el honor de su creación pertenece realmente a Elizabeth Magie, quien en 1904 era una taquígrafa que registró un juego llamado 'El juego de los terratenientes'. Magie, de 38 años y residente de Washington, era toda una inventora, y es que años antes también había dado con la solución para el papel no se atascara al pasarlo por la máquina de escribir.
Quién era Elizabeth Magie
La mujer era una activista y firme defensora del georgismo, que abogaba por un solo impuesto para gravar la tierra. No sólo eso, sino que era feminista y no fue hasta mediados de los años 80 cuando se descubrió su autoría tras el Monopoly tras hallar una demanda por copyright. El autor de este hallazgo fue Ralph Anspach, que estaba investigando los orígenes del juego y creó el Anti-Monopoly, un hecho por el que Parker Brothers le denunció.
Las ideas de Elizabeth Magie estaban basadas en Henry George y el Monopoly fue creado con el único objetivo de poner en valor sus creencias y criticar la manipulación que ejercían los terratenientes. Magie adaptó sus ideas al juego y estableció que el dinero recaudado se destinara a mejoras públicas, así como el alquiler, que no se pagaba al terrateniente, sino al tesoro público.
Con el paso de los años y conforme el Monopoly ganaba adeptos, su idea cayó en saco roto y los jugadores establecieron como norma que, en lugar de cooperar, uno fuese quien se hiciera con el control de todo y lograra 'quitar' todo el dinero a sus rivales. Esa versión precisamente fue la que llegó a Charles Darrow y posteriormente a Parker Brothers, que ofreció 500 dólares a Magie por sus versiones del juego y cederles los derechos en noviembre de 1935.
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