Este viernes, 9 de agosto, han comparecido en rueda de prensa Joan Ignasi Elena, conseller de Interior del Govern de la Generalitat de Cataluña, Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, y Pere Ferrer i Sastre, director del cuerpo, que han dado las explicaciones pertinentes tras todo lo vivido en Barcelona con Carles Puigdemont.
El expresident, huido de la justicia española durante siete años, volvió a la Ciudad Condal en una jornada marcada por la investidura de Salvador Illa. Puigdemont le robó todo el protagonismo para dar un discurso en el Arco del Triunfo y, una vez inició la comitiva para asistir al Parlament, desapareció entre la multitud.
Muchas voces críticas han surgido desde ese momento cargando contra la policía autonómica y su nula eficacia para llevar a cabo un plan de detención sobre el candidato de Junts a las elecciones catalanas. Por ello, el director de los Mossos d'Esquadra ha señalado en esta rueda de prensa que estas críticas son “legítimas”.
No obstante, ha querido dejar claro que “los hechos han dejado a los Mossos en una situación que no se merecen”, ya que fue un día “durísimo” para el cuerpo: “Situar a la Policía como responsables, por o por defecto, de los problemas políticos que no se resuelven, es un mal negocio para la Policía. Es un mal negocio para el país. Es un mal negocio para Cataluña”.
Sallent: “No consideramos un escenario probable la huida de Puigdemont”
Por su parte, el político ha defendido que había tres objetivos en el operativo: “La detención de una persona que había sido la máxima autoridad del país, garantizar la continuidad institucional con la sesión de investidura y mantener el orden público frente a movilizaciones antagónicas convocadas cerca del Parlament”.
Eduard Sallent ha seguido la misma línea, aunque dio un detalle importante: “El escenario de su huida se llegó a barajar, pero no lo consideramos un escenario probable”. Una situación que finalmente acabó sucediendo y que supuso un fracaso organizativo.
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