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Barcelona es una ciudad que guarda una infinidad de secretos para sus propios ciudadanos y los turistas que eligen la Ciudad Condal como lugar que visitar durante unos días. Uno de los más desconocidos es la llama del pebetero en el Fosar de las Moreras. Muchos afirman saber el origen de una historia, cuyo significado siempre ha estado relacionado con la muerte.
El Fosar de las Moreras está situado en pleno centro de Barcelona, en el Borne. A escasos metros de su ubicación, se encuentra la iglesia de Santa María del Mar. Cuenta la historia que la plaza se erigió encima del cementerio de esta ermita, donde se fueron apilando los cadáveres de los soldados que cayeron por el asedio del ejército borbón durante la Guerra de Sucesión de 1714.
¿Por qué la llama del Fosar de las Moreras nunca se apaga?
La historia narra que fue el propio párroco de la iglesia Santa María del Mar el que pidió ayuda a un noble para colocar el cementerio en un lugar cercano a la ermita. De ahí surgió la idea de colocarlo en lo que es la plaza actualmente. Ese noble aceptó, pero con la condición de que se enterrara a alguien en los 15 días siguientes, para así demostrar que la urgencia por encontrar un lugar de tales características era verdadera.
Pasaron 15 días y cuando el noble se disponía a anular esa donación al mismo cementerio, sufrió un ataque al corazón que acabó por costarle la vida, siendo el único fallecido durante esta quincena. Este fue su origen y la conquista de Barcelona, su final. Cuando los ejércitos borbones se hicieron con la ciudad, el cementerio dejó de tener esa función.
La salubridad y el crecimiento imparable de la Ciudad Condal provocaron que la mayoría de cementerios céntricos pasaran a convertirse en plazas. Así surgieron las plazas del Pi, la de Sant Josep Oriol o la de Sant Felip Neri. Y así, tras años como cementerio, se prendió una llama que nunca se apaga en Fosar de las Moreras.
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