Tras casi dos años como presidente de Renfe, Raül Blanco dejará el cargo el próximo martes, 14 de enero, tras haber presentado su dimisión “por motivos personales”, tal y como ha explicado la compañía en un comunicado. Al parecer, habría llegado a un acuerdo con el Ministerio de Transportes y se irá al sector privado, en un adiós inesperado tras llegar al puesto en febrero de 2023.
Según manifiesta El Mundo, el adiós de Blanco llega cuando se aproximaba a su segundo aniversario al frente de Renfe, a la que aterrizó para reemplazar al anterior presidente, Isaías Táboas, quien a su vez había sido 'invitado' a marcharse tras el desembolso de 258 millones de euros para comprar trenes y que estos tuvieran las dimensiones que debían tener para circular.
Renfe, su guerra con Ouigo y el suceso de Blanco
Así, Blanco dimite en un contexto de enormes dificultades para Renfe, con la puntualidad de los trenes más en cuestión que nunca. Si bien la economía de la compañía parece más bien estable, en el apartado de imagen, Renfe sigue de capa caída, en un contexto en el que otras compañías de alta velocidad no paran de crecer y ganar cuota de mercado.
Renfe ha centrado su batalla especialmente con Ouigo, sobre quien ha expresado sus dudas acerca de la competencia que esta ejerce en una 'guerra de precios' que ha obligado a Renfe a actuar. En cualquier caso, todo ello no supone el motivo principal de la marcha de Raül Blanco.
El todavía presidente no llegará a cumplir su segundo aniversario en Renfe, puesto que se hará efectiva su marcha el 14 de enero, mientras que llegó al cargo en febrero de 2023. El próximo en asumir el liderazgo de la compañía todavía es un misterio, si bien se espera que pronto se conozca el nombre de la persona que tendrá la complicada papeleta de recuperar la imagen de Renfe con los millones de s.
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