Después de que Donald Trump culpara a China de la propagación del coronavirus y asegura tener información clasificada que apoya la versión que han dado desde el principio a pesar de que la OMS no les respalda.
El último país que ha empezado a dudar del país asiático es Alemania. El ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, ha retado a China de demostrar "lo transparente que quiere ser con el virus", pidiendo una "clarificación del origen".
Desde la agencia de inteligencia Five Eyes, con participación de Estados Unidos, Canadá, Nueza Zelanda, Reino Unido y Australia han señalado que Pekín ocultó información sobre el Covid 19".
En sus informes destacan que el gobierno chino encubrió la noticia de lo ocurrido "haciendo desaparecer" a los médicos que hablaron sobre todo ello y destruyendo las pruebas del virus en los laboratorios. De esta forma, señala la agencia, se negaron a dar muestras vivas a científicos internacionales que trabajaban en una vacuna.
Según la agencia Five Eyes en China se llegó a "negar la mortal transmisión entre seres humanos" y anuncian que en el país tenían "pruebas de transmisión entre humanos desde principios de diciembre". Reconocen que "La Comisión Nacional de Salud China ordenó que se destruyeron las muertes de virus y emitió una orden de no publicación" sobre todo lo no relacionado con la enfermedad.
Por otro lado, Josep Borrel, alto representante de la Unión Europea en Política Exterior, dijo que "hay que estudiar de forma independiente lo que ha ocurrido y el origen del virus dejando de lado el campo de batalla entre China y Estados Unidos".
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