En plena pandemia de coronavirus, otra amenaza natural puede estarse cerniendo sobre nosotros: la llegada a España, entre otros países, del avispón asiático gigante (Vespa mandarinia). Se trata de una especie muy peligrosa sobre todo para las abejas productoras de miel, que ya están en una situación muy complicada, a causa de la contaminación y el uso de insecticidas.
Así, a estas poblaciones ya debilitadas llega ahora la amenaza de una especie depredadora. Esta avispa mide unos cinco centímetros y ataca y se alimenta tanto de abejas adultas como de crías y larvas. Su peligrosidad no reside sólo en el ataque a las abejas, cuya contribución es capital para la polinización de las plantas, sino que la carga venenosa de su picadura la hace peligrosa hasta para animales mayores, como los seres humanos.
Afirman expertos citados por Efe que en el caso de que estas avispas ataquen a seres humanos, ni siquiera un traje de apicultor puede proteger totalmente de su aguijón. Estas avispas son especialmente peligrosas, según su ciclo vital, a finales del verano y otoño. Este avispón ha causado ya unas cincuenta muertes en Japón.
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