A raíz de las tensiones raciales tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis y de Rayshard Brooks en Atlanta, la estatuafobia se ha convertido en una forma más de reivindicación que pretende destruir los símbolos que puedan asociarse a la represión racial.
Los activistas la han tomado contra las estatuas de todo aquello que consideran racista o fascista. Esta vez dos figuras de la historia de España han sido el objeto de su odio en el Golden Gate Park de San Francisco y la ciudad de Ventura, en California.
El monumento dedicado al escritor Miguel de Cervantes ha sido objeto de actos vandálicos. Al busto del autor complutense le han pintado con spray rojo los ojos y en el pedestal han escrito el insulto "bastard" en inglés (bastardo). También le han hecho dos cruces célticas, en las dos figuras que completan el conjunto escultórico.
También una estatua dedicada a Fray Junípero Serra, el religioso español que fundó las nueve primeras misiones en California, ha sido derribada por los activistas.
Las imágenes han sido difundidas en redes sociales y tanto el Hispanic Council (que promueve las relaciones entre España y en Estados Unidos) y el escritor Arturo Pérez-Reverte, ha sido los primeros en lamentar los hechos. "Asistimos con trsiteza al derribo de la estatua de Fray Junípero Serra. Lejos de ser un "genocida" o un racista este franciscano mallorquín representó todo lo contrario", han expresado en su cuenta de Twitter.
El ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, también ha reaccionado ante lo sucedido: "Me resulta incomprensible el ataque a las imágenes de Cervantes, Fray Junípero Serra o tantos otros. La razón es siempre razón histórica, contextualizada. Lamento y condeno este revisionismo pueril, simplificador y dogmático. Pena. Mucha pena".
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