Un día después de que Londres pasara al segundo de los tres niveles de alerta y restricción decretados por el gobierno británico, se ha producido una manifestación de personas opuestas a estas medidas de restricción, que se suma a una protesta previa de bebedores, que a su vez protestaban por tener que abandonar los pubs a las 22:00 según el nuevo horario decretado.
Las medidas actuales prevén cierre de bares a las 22:00, la prohibición de reuniones en interiores con personas fuera del entorno familiar y la limitación a seis personas de las reuniones en exteriores. Pese a esta norma en la manifestación, en la céntrica Oxford Street, participaron centenares de personas aunque la policía optó por no disolverlos, para evitar disturbios. Algunos de los bebedores sí fueron detenidos el viernes.
Los manifestantes ven las restricciones como innecesarias y una violación de sus derechos humanos hasta el punto de rechazar mascarillas y vacunas. Un manifestante ha declarado a Reuters que "son muchas las cosas que pueden matarte. Hay que vivir y no solo sobrevivir. Queremos poder disfrutar de nuestras vidas".
Las medidas del gobierno británico tratan de evitar un confinamiento general y sobre todo que no tenga lugar antes de Navidad.
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