La retirada de las fuerzas rusas del frente de Kiev, en el norte de Ucrania, y la recuperación ucraniana del territorio que antes controlaba su ejército ha mostrado terribles señales entre las que no falta lo que la cadena británica BBC considera crímenes de guerra.
Uno de los equipos de reporteros de guerra ha relatado que en la carretera entre las localidades de Mria y Myla, en un tramo de 200 metros de largo se han encontrado 13 cadáveres. Está confirmado que al menos dos de los muertos son civiles. Del resto, solo dos visten uniforme militar ucraniano.
Las muertes de estos dos civiles fueron registradas el 7 de marzo por la cámara de un dron ucraniano. Ambos viajaban en coche en una carretera hacia Kiev cuando fueron interceptados por una columna rusa. Un hombre salió del vehículo y alzó los brazos en señal de rendición, pero fue acribillado a tiros junto a su esposa, que estaba en el asientro trasero. En el posterior viajaban un niño y una anciana, que sobrevivieron y fueron luego liberados por los rusos. Los cuerpos, ahora carbonizados, permanecían en el lugar, dentro del coche.
Algunos de los cadáveres encontrados en la zona habrían sido encontrados insepultos y descompuestos, y otros parcialmente quemados. Las acciones contra civiles constituyen, en sí mismas, un crimen de guerra.
En torno a la zona se encontraron restos de ocupación y control de la misma por parte de las fuerzas rusas. En otras se han encontrado también cadáveres abandonados, incluso de soldados rusos insepultos, abandonados por sus propias fuerzas.
Comentarios