Normalmente, los dirigentes políticos suelen destacar por la gran cantidad de trabajo, reuniones, decisiones, citas y confrontamientos que tienen que afrontar en el día a día.
Pero en este caso hay un aspecto muy reseñable de de la vida cotidiana de Vladimir Putin. Y es que en prácticamente todas las ocasiones en las que el dirigente ruso toma un postre o acompañamiento a su comida hay un alimento que aparece casi el 100% de las ocasiones.
Además, tiene una gran pasión por el sector gastronómico, ya que desde varias generaciones atrás en su familia, este sector ha estado muy presente y profesionalizado, marcando los gustos de Putin. De hecho, su abuelo, Spiridón Putin, fue cocinero y sirvió para Stalin y Lenin.
¿Cuál es ese famoso alimento?
La única obsesión de Vladimir Putin son los helados. Witold Szablowski, autor del libro ''Rusia desde la cocina', consiguió acceder a esta información cuando habló con Viktor Belyaev, el presidente de la Asociación Culinaria Nacional de Rusia.
Tal y como comenta Belvaev: "En todos los postres que llegan a su mesa hay al menos una bola de helado". Da igual el sabor, la forma o la cantidad, pero a Putin no puede faltarle en sus postres.
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