La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido una nota informativa en la que advierte de un escenario probable de lluvias fuertes y persistentes a partir de última hora del próximo martes, 12 de noviembre, especialmente durante el miércoles 13 y el jueves 14 de este mes.
Tras varios días de estabilidad, después de la tragedia vivida en Valencia, una masa de aire frío procedente del norte de Europa se desplaza hacia el suroeste, alcanzando la Península Ibérica y Baleares. Esto provocará un descenso significativo de las temperaturas y el desarrollo de condiciones meteorológicas adversas.
Según AEMET, es probable que este fenómeno evolucione hasta formar una nueva DANA o una borrasca fría en el área del Mediterráneo o el sur de la península, trayendo aire húmedo que aumentará la inestabilidad atmosférica. Este cambio meteorológico podría prolongarse hasta el sábado 16, generando precipitaciones fuertes y persistentes en Baleares, la vertiente mediterránea, y en menor medida, en áreas del Cantábrico y el centro peninsular.
Los puntos más afectados de España
Las lluvias comenzarán en el archipiélago balear el martes, con mayor intensidad en el sur, especialmente en Ibiza. A partir del miércoles, las precipitaciones se intensificarán en la Comunidad Valenciana, la costa catalana y, con menor probabilidad, en el litoral mediterráneo andaluz. Según AEMET, en estas zonas podrían acumularse entre 80 y 100 mm de agua, e incluso superar los 200 mm en ciertas zonas.
La bajada de temperaturas provocará también nevadas en los sistemas montañosos de la Península. Se prevé que las cotas de nieve asciendan progresivamente, afectando a zonas del Cantábrico y norte de Pirineos en un primer momento, y desplazándose posteriormente hacia el este.
AEMET advierte que la intensidad de las lluvias podría variar dependiendo de la evolución de este fenómeno, por lo que se recomienda seguir las actualizaciones y avisos meteorológicos. De cumplirse las predicciones, la situación comenzará a estabilizarse a partir del sábado 16, con una posible disminución de las lluvias en el Mediterráneo y un desplazamiento de las precipitaciones hacia la zona del Atlántico.
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