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La Guardia Civil ha desarticulado una trama que distribuía alimentos en mal estado en Alicante, una operación conocida como Repelo. Se han incautado más de 40 toneladas de carne destinada a hamburguesas y kebabs, que se encontraban almacenados en condiciones insalubres o con etiquetas falsificadas. Evidentemente eran retirados del mercado, lo que se ha visto como una gran victoria en lo que a prácticas fraudulentas que ponen en riesgo la salud pública se refiere.
La operación comenzó el pasado mes de abril, cuando el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza) inició varias inspecciones al sector alimentario en la provincia. Todo fue hallado en una nave de San Vicente del Raspeig, donde los agentes detectaron irregularidades graves: productos con fechas de caducidad vencidas, especias en mal estado y carne almacenada sin la trazabilidad necesaria para identificar su origen. Llegando incluso a descubrir cámaras frigoríficas con alimentos caducados hace dos años, e incluso más.
¿Qué dice la Guardia Civil?
Posteriormente, en el mes de septiembre, una nueva inspección volvió a encontrar alimentos con irregularidades en San Isidro, de nuevo en Alicante. Los alimentos, principalmente carne, presentaban problemas similares: falta de trazabilidad, etiquetado fraudulento y condiciones de almacenamiento inapropiadas.
Fueron identificados dos responsables, dos hombres de 44 y 54 años, que ahora están siendo investigados por delitos contra la salud pública, relacionados con el mercado y los consumidores, y falsedad documental.
Los productos incautados, según la investigación, podrían haber acabado en puntos de venta ambulante, un canal de distribución de difícil control sanitario. Toda la mercancía decomisada fue destruida bajo supervisión para evitar que volviera al mercado. La Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ha sido informada de todas las infracciones detectadas, mientras que las diligencias del caso se han remitido al Decanato del Partido Judicial de San Vicente del Raspeig.
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