Pese a que Carles Puigdemont debería de haber pasado por las manos de la justicia española por el golpe de estado perpetrado el 10 de octubre de 2017, cuando declaró independiente a Cataluña durante solo unos segundos, lo cierto es que el político de Junts, que sigue en Waterloo, siempre utiliza la red social X (anteriormente Twitter) para comunicarse y opinar sobre diferentes cuestiones.
La última que se ha conocido ha sido un post publicado a colación de las noticias sobre el espionaje a Josep Lluís Alay, que fuera jefe de la Oficina del expresidente de la Generalidad de Cataluña. Tal y como han informado los Mossos d'Esquadra, en uno de los terminales se confirma que fue infectado con el programa de espionaje Pegasus, según el documento al que ha tenido Europa Press.
Los Mossos d'Esquadra: “Infectado por un programa malicioso”
Los móviles, que fueron remitidos al Laboratorio de informática y electrónica forense de los Mossos d'Esquadra, fueron analizados y se ha determinado que uno de ellos “estuvo infectado por un programa malicioso que deja los mismos rastros que el programa conocido como Pegasus”, a partir del 11 de octubre de 2019, mientras que el otro no presenta rastro de esta infección.
Fue después de conocer esta noticia cuando Carlos Puigdemont se manifestó en un post en X: “No fue Elon Musk ni Trump ni Twitter. Quien ha manipulado durante años y quien ha sacado zumo han sido políticos convencionales, policías convencionales, jueces convencionales y medios de comunicación convencionales. Todos españoles y muy españoles”.
“El presidente Illa decía el otro día que no podíamos dejar la democracia en manos de multimillonarios tecnológicos aliados de la ultraderecha. La pregunta que debemos hacerle es si le parece bien, en cambio, que esté en manos de la ultraderecha policial y judicial que infecta nuestros teléfonos, espía ilegalmente y manipula informaciones para embadurnar la reputación de personas honorables y limpias como Josep Lluís Alay. Franco murió hace 50 años, pero la praxis que permitió que muriera como jefe de Estado y no destituido por una revuelta democrática sigue intacta. Descubren en el móvil de Alay incautado por Aguirre un alud de ataques con Pegasus”, indicó.
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