Antonio Maestre carga contra los que han abandonado la red X: "No lo vendáis como combate antifascismo"

La polémica en torno a la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos cada vez se acrecienta más. Con su amistad con Elon Musk, dueño de Twitter, ahora X, son muchos los políticos y personalidades que han decidido abandonar la red social.

Uno de los últimos casos es el de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, que publicó un comunicado en X anunciando su marcha: “Defender la democracia es dejar de utilizar herramientas que la debilitan. Nos seguiremos leyendo en otras plataformas”, comenzó escribiendo.

"Ayer por la noche todo el mundo pudo ver a Elon Musk emulando el saludo nazi en el contexto de la investidura de Donald Trump. Ha sido una imagen muy dura que me ha hecho tomar una decisión que llevo meditando varios meses", explicó.

Aunque eso sí, dejó claro que seguirá activa en otras plataformas como Instagram, Bluesky, TikTok y Facebook. Esto no ha gustado a muchos críticos, como Antonio Mestre:

“Si queréis dejar X pues dejad X, muy bien, pero si dejáis X y seguís en Instagram, WhatsApp o Facebook al menos no lo vendáis como el combate antifascismo definitivo porque da apuro leerlo”, escribió, siendo un mensaje directo a Yolanda Díaz.

Otros políticos que han decidido abandonar Twitter (X)

En España, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, también decidió irse: “Las redes sociales son una herramienta para el debate público. Esta, sin embargo, se ha convertido en el altavoz de una oligarquía de extrema derecha y sus tentáculos que fomentan el odio y la desinformación. Por eso, hoy dejo de utilizar esta cuenta”, escribió.

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, se sumó a esta tendencia: “Dejo X porque no es una plataforma de intercambio de opiniones, es el negocio de la desinformación. Dejo X porque no hay que huir del conflicto, no hay que abandonar los espacios, pero tampoco quiero ser parte del engranaje del pensamiento de la destrucción. Dejo X porque existen alternativas al poder absoluto del feudalismo tecnológico, y las construiremos apostando por lo público y la soberanía digital”.