Hay muchas personas que no le dan la suficiente importancia a qué puede suceder con todo su patrimonio cuando fallezca, sin embargo, cabe destacar que es una decisión que se debe tomar con muchísimo tiempo y barajando todas las opciones posibles en beneficio propio y de las personas que vayan a percibir dicho patrimonio.
Muchos son los que deciden optar por el legado o una herencia, sin embargo, en muchas ocasiones este método puede generar discusiones entre los familiares que incluso pueden acabar en sedes judiciales y destrozando una familia por completo.
Para evitar esta situación, una de las mejores maneras y alternativas es la donación en vida. La mayor diferencia de esta forma de traspasar el patrimonio a familiares es que, como bien indica su nombre, una se realiza en vida, y la otra una vez fallecido.
El legado evita el impuesto de sucesiones
Asimismo, cabe señalar la figura del legado, por el cual no se debe hacer cargo de ningún tipo de deuda la persona que recibe el patrimonio y, además, queda libre de abonar el impuesto de sucesiones y donaciones, como sí sucede con la herencia y con la donación. Este es uno de los grandes motivos que hacen que muchas personas se decanten por este método.
Es importante recordar que dicho impuesto de sucesiones lo debe pagar la persona que recibe dicho patrimonio, sin embargo, ya hay algunas comunidades autónomas que han decidido eliminarlo, ya que es de competencia autonómica.
Otro impuesto visible en estos traspasos es el IRPF, el cual no se aplica en una herencia, pero sí podría hacerlo en una donación que cuente con plusvalía. Además, las personas que reciban una herencia o donación también tendrán que hacer frente a la plusvalía, en este caso, municipal.
Debido a toda esta información, es de vital importancia que planifiques la manera en la que traspasarás todo tu patrimonio, una decisión que es fundamental, tanto en vida como una vez fallecido.
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