Niño Becerra pone fecha de caducidad a la clase media: "Su existencia quedará circunscrita a la Historia"

Una de las grandes preocupaciones en el plano económico es la desaparición progresiva de la clase media con una mayor distancia entre clase alta y clase baja. En esa disyuntiva, diferentes análisis reflejan que esta realidad se está acentuando con el paso de los años por temas como la vivienda, la degradación de los servicios públicos, el cambio de paradigma en las familias o la transformación en el mundo laboral.

Sobre este aspecto, Santiago Niño Becerra ha querido dar su punto de vista a través de las redes sociales. El economista ha hecho un recorrido histórico para explicar el origen de la clase media para acabar dejando una interesante reflexión sobre el presente y futuro de este espectro de la sociedad.

En primer lugar, el experto ha apuntado que “la clase media se inventó tras la Segunda Guerra Mundial”, aunque ha recordado que “en España llegó a finales de los 60”. Una creación que fue “una herramienta para comprar la paz social y alejar la propaganda que llegaba del Este del Elba”.

Por ello, esta clase media fue acompañada del “modelo de protección social y de la democracia participativa” y ayudó a un crecimiento de la economía durante dos décadas, de 1955 a 1975, también favorecida por el contexto geopolítico, económico y social con la Guerra Fría. Sin embargo, la clase media “empezó a dejar de ser necesaria” a finales de los años 80.

Niño Becerra detalla los motivos detrás de la desaparición de la clase media

Algunos de los motivos de este cambio de paradigma son “la deslocalización de producciones, el libre tránsito de capitales, la creciente tecnología, la lucha contra la inflación, Fukuyama y 'El fin de la Historia”. Por lo tanto, lo que fue un invento por necesidad del capitalismo pasó a un segundo plano. En el presente, “la concentración de capital y la apabullante tecnología” han acabado con esta clase media.

En definitiva, “su completa desaparición será lenta sobre todo porque seguirá siendo reivindicada, pero un día su existencia quedará circunscrita a los registros de memoria de la Historia como hoy lo está en los libros la Nobleza absentista”, tal y como insiste Niño Becerra.