Este pasado viernes, 14 de marzo, la ministra de Vivienda, el alcalde de Barcelona y la consejera de Territorio hicieron balance del primer aniversario del tope de los precios del alquiler en la Ciudad Condal. Los datos ofrecidos esta semana, en la que se destacan el descenso del alquiler en Cataluña y, especialmente, en la capital, fue uno de los temas centrales de esta comparecencia.
“Desde su aplicación se ha producido un descenso de un 3,7 por ciento del precio medio de las rentas de alquiler en el conjunto de municipios de las zonas declaradas como mercado residencial tensionado en Cataluña y de un 6,4 por ciento en la ciudad de Barcelona”, se destaca acerca de esta información.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que solo se hace referencia a los nuevos contratos, por lo que se deja fuera de la ecuación a los alquileres que ya estaban en vigor en las zonas especialmente tensionadas de todo el territorio catalán. Sobre este tema, Santiago Niño Becerra ha querido dar su punto de vista.
El economista, habitual en diferentes tertulias en los medios de comunicación, ha vuelto a insistir en un punto que ha reivindicado en varias ocasiones: “Solo hay una manera de que los alquileres tengan un precio asequible (que hace décadas que está inventada): construir una cantidad suficiente de vivienda pública en alquiler”.
Niño Becerra, sobre los impuestos de las carreteras: “Muy mal”
La siguiente semana, el Consejo de Ministros aprobará un real decreto para cambiar la normativa de la Unión Europea sobre los gravámenes y las bonificaciones por el uso de las infraestructuras viarias. “El Gobierno descarta cualquier posibilidad de tomar medidas encaminadas a ampliar o modificar el pago por uso en las autopistas, autovías o carreteras convencionales. La aprobación de este texto no implica la creación de nuevos peajes, la introducción de un sistema de tarificación distinto al vigente actualmente o tarificar algún tipo de vehículo o el uso de nuevas infraestructuras”, señalan desde fuentes ministeriales.
Niño Becerra, en una nueva valoración de este cambio, ha subrayado su malestar por este tema: “O sea, que el objetivo es que el mantenimiento de carreteras y autopistas se pague con los impuestos de s y de no s, y el desgaste que causen los de los turistas extranjeros, también. Muy mal”.
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