La reciente filtración de mensajes entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos ha generado un intenso debate político y mediático. Aunque estos mensajes, publicados por El Mundo, no están relacionados con causas judiciales, han sido interpretados por algunos como una violación de la privacidad del presidente del Gobierno. El Ejecutivo ha calificado la publicación como una "vulneración" de la intimidad y contempla acciones legales si no se inicia una investigación judicial.
En este contexto, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha expresado su preocupación por lo que considera una "ofensiva judicial, mediática y digital" contra partidos independentistas y de izquierdas. "¿Ustedes, señorías del PSOE, son conscientes de la ofensiva policial, judicial, digital y mediática que viven? ¿Son conscientes de lo que está pasando en este país?", espetaba Rufián, que calificaba el acto de "una especie de golpe de Estado blando", decía.
Durante una sesión de control al Gobierno, Rufián ironizó sobre la filtración de mensajes personales, sugiriendo que también le gustaría conocer los intercambios de WhatsApp entre figuras destacadas del Partido Popular, como Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Casado, o entre Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón, especialmente "cuando el segundo estaba en El Ventorro" .
"Y por cierto, para hablar de salseo, a mí me encantaría saber los whatsapps entre, yo qué sé, Cayetana Álvarez de Toledo y Casado; entre Ayuso y Frank de la Junga... Pero más serio, entre Feijóo y Mazón, sobre todo cuando el segundo estaba en El Ventorro", exclamaba Rufián. Estas declaraciones reflejan la tensión existente en el panorama político español, donde la privacidad de los líderes y la transparencia en sus comunicaciones se han convertido en temas de debate público.
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