En busca del amor a sus casi 60 años, Francisca llegó a 'First Dates' con una perspectiva clara: “El sexo para mí es importante porque le da sentido a la vida”. Su estatus de soltera desde hace algunos años se debe a su percepción de la falta de hombres adecuados en este momento de su vida: “No hay un hombre en condiciones ahora mismo para mí”, destacó.
De hecho, explicó que cuando era joven “iba para monja”, sin embargo, su destino tomó un giro diferente y la llevó al programa en busca de una conexión romántica. En esas estaban cuando apareció Hermenegildo. Herme, como prefiere que le llamen, es un sevillano de 73 años, pero la cita estuvo marcada por la sorpresa y la incomodidad.
Al ver a Herme por primera vez, Francisca no pudo evitar exclamar: “Madre mía, pero si podría ser mi padre”. La diferencia de edad la impactó, y a medida que avanzaba la cena, expresó su preocupación: “Pero es muy mayor, ¿no?”.
Muy mayor y encima de Sevilla
Aunque Herme elogió a Francisca, para ella todo fueron inconvenientes. La cena se tornó incómoda, ya que sus intereses no coincidían. A él le gustaba el baile y la discoteca, mientras que ella no era aficionada a salir. Además, el es de Sevilla. La alegría se desvaneció cuando ambos revelaron sus lugares de origen, ya que la soltera quedó completamente desilusionada al descubrir que su cita provenía de Sevilla. “¡No me gusta! Ya con decir 'mi arma' como que no”, sentenció.
La incomodidad alcanzó su punto máximo cuando, a sus 73 años, Herme le preguntó a Francisca: “¿Tú no querrás tener hijos conmigo, no? Tendremos que poner medios”. La propuesta dejó a Francisca sin palabras, y al insinuar que era demasiado mayor para ella, Herme se sintió ofendido. En la decisión final, ambos dejaron en claro que no querían saber nada el uno del otro.
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