La segunda entrega de 'Caiga quien caiga' en Telecinco contó con el ansiado e histórico regreso de uno de sus más míticos reporteros: Pablo Carbonell. En su primera intervención acudió a los Army Awards 2025 y se mostró exultante de poder vivir la experiencia después de 22 años. Sin embargo, no fue recibido como esperaba, aunque acabó protagonizando varios momentos divertidos.
“Me parece increíble estar haciendo este trabajo 22 años después, me he convertido en mi propio meme”, manifestó Carbonell al inicio de su intervención en Telecinco. Al llegar al recinto, el reportero se dio de bruces con la realidad y, lo que esperaba que fuese un “baño de masas”, se convirtió “en una ducha”. “No me ha saludado nadie”, añadió.
Entre los asistentes, y con quienes Pablo Carbonell pudo charlar, fueron variados y no dudaron en compartir su experiencia con él: de Kiko Rivera a Diego Nister o el propio Ceciarmy. Este último itió en Telecinco qué pequeño grupo de personas conoce su identidad: “Mis amigos, mis padres, mi familia y el tío de un taxi que me reconoce la voz”.
El pequeño Nicolás, protagonista
Una de las escenas más surrealistas de la noche se produjo con la llegada del pequeño Nicolás a los cines Capitol de Madrid. El joven, muy dispuesto a ser uno más en un evento dirigido a entregar premios de Internet, incluso se atrevió a hablar con Carbonell acerca de su controvertido pasado.
El pequeño Nicolás, lejos de hablar de otros asuntos menos problemáticos, fue directo al grano: “Es una vergüenza que los políticos dejaran a un niño hacer lo que quisiera”. Además, contradiciendo todos los rumores surgidos en los últimos tiempos, negó de forma tajante haber entrado en la cárcel por culpa de todos los casos y polémicas surgidas a raíz de sus influyentes relaciones.
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