Crónica de la Final de la Superliga de League of Legends: Fnatic TQ vs. BISONS ECLUB

El primer mapa demostró muy claramente las diferencias entre ambos equipos. Es más, la diferencia en el tiempo de preparación fue un factor determinante; se notaba que Fnatic había tenido muchísimo más margen de maniobra al clasificarse para la final tras conquistar su primer Bo5 contra Barça Esports.

Por desgracia para los bilbaínos, esta no fue la única razón por la que acabarían cayendo derrotados. TQ, en todo momento, ejecutó mucho mejor sus planteamientos, jugó de manera más acertada en torno a los objetivos y dominó la fase de líneas en todos y cada uno de los encuentros. BSO, irreconocible, no pudo practicar su "lol champagne" y se marchó a casa sin poder proponer nada.

Primer mapa

En una tónica que se acabaría repitiendo durante casi toda la noche, Team Queso comenzó dominando la partida mediante una jugada en la botlane. Guubi y Oscure, con Aphelios y Yuumi, empezaron con fuerza, pero se pasaron de frenada, cediendo una doble kill durante los primeros compases del mapa. A la larga, sería definitiva, pues ni el tirador ni el pudieron aportar nada pese a sus esfuerzos.

Maxi, de manera muy inteligente, contrarrestó el empuje rival, frenando los embates bilbaínos y cediendo la ventaja a sus compañeros. Esta misma superioridad no tardó en trasladarla al resto del mapa, pese a que BISONS se hacía con el primer heraldo. Fue un espejismo frente a la dura realidad.

Fnatic, muy superior en el control de las oleadas, rotó de manera mucho más precisa, aprovechando la visión y la prio que ellos mismos se habían generado instantes atrás. Así pues, tras posicionarse mucho mejor, asesinaron a cuatro integrantes del equipo rival en la primera escaramuza de la noche en la zona del dragón.

Entretanto, Mrwyn, con Ahri AD, intentó sacarle ventaja a la Camille de Oscarinin. Le salió bien al principio, pero las tornas se giraron en su contra muy pronto. Maxi y Random, muy activos en todo momento, se encargaron de ahogar las esperanzas del toplaner, presionándole duramente para que no pudiese aprovechar la poca ventaja que había logrado conseguir.

En menos de trece minutos, Fnatic logró una ventaja de 4K de oro... Y la cosa iría a peor. Poco a poco, la 'bisoneta' se fue quedando cada vez más por detrás. Team Queso, por su parte, aceleró el mapa, jugando de manera muy agresiva y obteniendo cada vez más objetivos neutrales. Tanto fue así que en apenas 22 minutos ya tenían el Alma de Océano. No hubo mucho más.

BSO intentó ser proactivo, pero no le salía nada. A Fnatic, todo lo contrario. Lo jugaron todo casi a la perfección. Todas sus teamfights eran favorables y en menos de 25 minutos ya tenían el Barón Nashor. El resto fue coser y cantar. Los bisontes intentaron defenderse con todo, pero los casi 8K de desventaja previos lo hicieron imposible. Primera victoria para Fnatic y primer stomp.

Segundo mapa

Aunque me gustaría ser muy concreto, lo cierto es que el segundo mapa carece de grandes análisis. BISONS, dolido en el mental, intentó sorprender con otro de sus drafts cargados de imaginación, pero no resultó. Nada más empezar, en una jugada que casi sale bien en la toplane, Fnatic se llevó una doble kill que ponía por delante a sus solo laners. Random respondió con una buena rotación, pero no serviría de mucho.

Sobre todo porque, una vez más, Guubi y Oscure perdían frente a Bean y rhuck, aunque en esta ocasión sin la presencia de un actor secundario llamado jungla. Malas noticias. Muy malas noticias que se transcribieron en una sangría de oro, muertes y objetivos neutrales. Mrwyn, durante los 5 primeros minutos, apenas contaba con diez de farm en su Malphite.

La cosa iría a peor, pues Maxi no le dejaría jugar. Su Lee Sin, una bestia parda (6/0/5 durante los primeros 15 minutos, 7/1/11 al final de la partida) no dejó de aparecer en el carril superior, amasando muertes y oro casi a gran escala. Su impacto, colosal, terminó siendo definitivo, siendo el principal carry de su equipo. El jungler fue un verdadero monstruo y no dejó jugar a nadie. Albetrayber, desaparecido, apenas pudo aportar con su Hecarim.

¿Qué puedo deciros si la ventaja de oro era de 8K en 15 minutos? Poco, la verdad, más allá de un equipo con la capacidad de echar casi por completo al resto de jugadores de la partida. No hubo respuesta posible, y mira que BSO lo intentó. Por activa y por pasiva, probaron de todo, mas no hubo manera. Con un 23-5 en contra, la partida se acabó para los bilbaínos en poco menos de 24 minutos. Segundo stomp de la noche.

Tercer mapa

El tercer mapa reveló que BISONS tenía el mental muy dañado, aunque lo siguieron intentando otro draft de los suyos. Con Irelia en la toplane, Ezreal en el carril central y Diana en la jungla, los bilbaínos nos invitaron a soñar. Fue, para variar, otro espejismo que Fnatic no tardó en destrozar. El público, bastante más apagado, casi ni gritaba.

Las numerosas almas que poblaron el escenario se quedaron en silencio al contemplar cómo, una vez más, Fnatic acosaba a Myrwn, la gran estrella de los bisontes. Su Irelia, desaparecida durante todo el encuentro, se encontró contra un muro de realidad, perdiendo casi todas sus torres durante los 15 primeros minutos.

Team Queso había activado el beast mode y nada ni nadie podía pararles. El agujero en el carril le dio el control absoluto de la partida a Maxi, quien volvió a plantear un mapa soberbio con Lee Sin. Tanto fue así que ni los grandes mapas de Bean, Oscarinin (MVP de la temporada), rhuckz o Baca fueron capaces de robarle el foco. Porque, siendo realistas, todos jugaron a un nivel excepcional.

El stomp en todas las líneas auguraba un encuentro precoz. Myrwn, rookie de la temporada, iba 0/4/9 en apenas 12 minutos. Sus compañeros, por desgracia, no iban mucho mejor. La paliza en todas y cada una de las calles era total. Fnatic, por su parte, no dejaba de presionar, cosechando una ventaja de 6K en 16 minutos.

La partida, sin duda, estaba sentenciada, aunque los bisontes se defendieron tirando de orgullo. No fue suficiente. Mentalmente estaban rotos, y esto lo pudimos comprobar cuando Random, tras una buena jugada colectiva, murió por tankear un torretazo de más tras llevarse el aggro de una torre de manera bastante tonta.

TQ, en menos de 22 minutos, se había llevado casi todas las torres. No había manera de responder más que con cazadas y escaramuzas, pero hasta eso les salía mal a los bilbaínos. Al final, tras varias peleas grupales, el sueño les explotó en la cara en una de las series más rápidas de la historia de la Superliga.