The Legend of Zelda nunca ha necesitado a un hombre para funcionar y Echoes of Wisdom me lo ha demostrado

Tiempo ha, cuando Nintendo anunció el nuevo The Legend of Zelda: Echoes of the Wisdom, muchos alzamos la voz al cielo de pura emoción. Algo lógico si tenemos en cuenta que es la primera vez que podemos controlar a la princesa como protagonista... si ignoramos el más que obviable Zelda's Adventure, un juego que desarrolló Philips hace años y que no forma parte del canon oficial. Así pues, si nos ceñimos a los juegos producidos por la gran N, sí que es la primera vez que ejerce como protagonista.

A muchos esto les molestó, mas a mí me alegró sobremanera. No por nada, esta podría ser la primera vez que hablamos con propiedad de 'La leyenda de Zelda'. Sea como fuere, estamos ante uno de los títulos más rompedores de la franquicia, ya que esta situación no es para nada habitual. Lo mejor de todo es que no estamos ante un experimento cuyo afán es contentar a las masas, sino ante un auténtico juegazo que ha sido capaz de capturar la esencia de la saga para darnos una aventura tremenda a través de una protagonista poco habitual.

Como habréis podido inferir, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom me está gustando muchísimo. Le estoy echando tantas horas que hasta me está dando algo de pena la batería de mi consola. Así de bueno es. Ahora bien, debéis tener en cuenta que, aunque sigue siendo un juego de acción y aventura, la base es diferente a lo habitual. Al tiempo en que reaprovecha el estilo audiovisual de The Legend of Zelda: Link's Awakening, se aleja de la espada y escudo habituales para ofrecernos una historia en la que un cetro mágico nos permite crear copias de distintos objetos del mundo.

La princesa es la protagonista perfecta para The Legend of Zelda: Echoes of the Wisdom

Zelda ha sido secuestrada por una extraña criatura. Link, quien en esta historia es un héroe todavía desconocido al que no muchos le ponen nombre, acude en su ayuda, mas algo ocurre: cuando derrota a su enemigo, este empieza a reírse antes de desatar una plaga de algo a lo que podemos llamar vacío. Nuestro héroe es consumido por este, pero antes de caer es capaz de liberar a la princesa. Zelda regresa rápidamente al castillo y cuenta lo acaecido, pero el vacío se sigue extendiendo, y también consume a su padre y a sus consejeros.

De esta manera, Zelda no solo es inculpada de lo que ocurre, sino que, además, de repente se encuentra sola. Por suerte, ante ella aparece Tri, un ser especial capaz de luchar contra el vacío. En realidad, el problema del vacío lleva años asolando el reino de Hyrule, pero nunca ha sido tan virulento. Es por esto que Tri le pide ayuda a Zelda, concediéndole en el proceso parte de sus poderes. Estos le permiten a la princesa copiar toda clase de objetos del mundo real, desde cajas que flotan en el agua hasta camas que ocupan 'dos casillas', jarrones que hacen ruido y pueden distraer a los enemigos e, inclusive, monstruos a los que haya derrotado.

Este sistema abre todo un mundo de posibilidades, puesto que pasamos del tipo juego de acción y aventuras a uno que suma estos dos elementos a un mundo repleto de vida y color en donde los acertijos, los puzles y las soluciones lógicas (e ingeniosas) ganan más peso que nunca. Bien portadas por una Zelda que cumple a la perfección con el papel de protagonista, somos capaces de disfrutar de un gran juego en el que no echamos de menos a Link en ningún momento. Sin menospreciar a nuestro querido héroe, Zelda nos demuestra que no necesitamos a un prota masculino para disfrutar de la saga como siempre hemos hecho.

Esta afirmación no tiene ningún deje contencioso, pero sí que considero que es importante aclarar este tema. Sé de bastante gente que no estaba de acuerdo con el papel de Zelda y la ausencia de Link, pero no tenéis que preocuparos. Este The Legend of Zelda es tan The Legend of Zelda como siempre y el cambio de roles no ofrece ningún tipo de impedimento a la hora de disfrutar de su historia. Que Link ahora sea la 'princesa en apuros' no es nada malo. Al contrario. Zelda es una protagonista magnífica.

Dicho esto, y volviendo al juego como tal, Echoes of Wisdom es un título con muchas virtudes. Si bien es cierto que se aleja de la grandilocuencia de TOTK o BOTW, es muy, muy divertido. Bien pertrechado con un apartado audiovisual capaz de enamorar a casi cualquier tipo de jugador (siempre y cuando le guste la estética chibi), es una entrega con un planteamiento muy inteligente y una narrativa con mucho ritmo. Aunque es verdad que el guion no es nada del otro mundo y la historia es más bien sencilla, cumple muy bie con sus objetivos.

O lo que es lo mismo, The Leged of Zelda: Echoes of Wisdom es un videojuego tremendamente divertido que ofrece grandes dosis de entretenimiento. La manera en la que puedes interactuar con el mundo es maravillosa y el cetro con el que copiamos y duplicamos distintos objetos es genial. Sin más, pensar en la mejor forma de subir por una zona plagada de desniveles, atravesar una zona cuyo puente ha sido destruido o encontrar la mejor manera de resolver un puzle con estos nuevos poderes es una delicia.

Por supuesto, tendremos más habilidades. No quiero hablaros de todas, pues os estropearía la sorpresa, pero os puedo decir que tendremos al menos cuatro habilidades que podremos usar mediante los botones de dirección y una más que funciona con el botón "x". De entre estos primeros, hay uno que nos permite convertirnos en algo así como una proyección de Link mediante la cual podremos luchar cuerpo a cuerpo con una espada, mientras que en el segundo lanzaremos a Tri hacia un objeto, pudiendo sincronizarnos con él y hacer que se mueva en la misma dirección que nosotros.

Ambos elementos dan mucho juego. Aunque la mayoría de combates los podemos resolver invocando a otros monstruos o distintos objetos que podemos lanzar, por ejemplo, la posibilidad de tener pequeños combates a través de una barra de energía que se va consumiendo es algo que agradecemos. Por el otro lado, cuando combinas la posibilidad de crear (tenemos un máximo, ya que cada monstruo u objeto tiene un valor, y empezamos con solo tres puntos) estos ítems con la opción de sincronizarte con otros tantos, el gameplay general gana mucho.

Lo bueno es que podremos ampliar los puntos de los que tenemos, así como los corazones que marcan nuestra vida máxima, a medida que avanzamos. De esta manera, no solo ganaremos cada vez más opciones al tener más posibles creaciones, sino que ampliarán nuestro abanico de posibilidades al darnos más puntos. Narrativamente, todo es a través de Tri, quien se irá fortaleciendo a medida que cerremos grietas de vacío y restauremos el mundo a su forma original.

Cuando sumas todos elementos a la ecuación, se te queda un videojuego bastante redondo. Por supuesto, tiene que llamarte la atención a nivel audiovisual, pues es una de esas obras que tiene que entrarte por los ojos para poder disfrutarlo. Personalmente, me ha encantado, y considero que su dirección artística es realmente buena. Con esto en mente, poco más os puedo decir más allá de que me ha encantado y de que, si te gustan los juegos de The Legend of Zelda y disfrutas de los desafíos que apuestan por los puzles y los acertijos, Echoes of the Wisdom es una opción muy, muy, muy potente.