Los streamers están acostumbrándose a realizar reacciones a partidos. DjMariio e Ibai, que son dos de los más futboleros entre los streamers más destacados del momento, suelen ver los enfrentamientos de Champions y los partidos más importantes, y reaccionar a ellos.
Por suerte para ellos, en este caso el Real Madrid fue capaz de remontar contra el Bayern de Munich, en un partido en el que tuvo muchas ocasiones pero que tuvo que llegar Joselu desde el banquillo para desatascar. Esta remontada en dos minutos llevó a DjMariio a la locura absoluta.
De la cara de pocos amigos al "anúlame esta"
El fútbol siempre genera narrativas espectaculares. La primera llegó con el Bayern, que no podía marcar otro queAlphonso Davies, jugador a priori pretendido por el Real Madrid, con un disparo genial con su pierna derecha ante el que poco pudo hacer Lunin.
Pero si hay una narrativa que se repite en todas las noches de Champions es que no puedes dar nunca por muerto al Real Madrid. El club de Chamartín es especialista en darle la vuelta a los partidos, y así volvió a hacerlo. DjMariio, que se encontraba fastidiado por el resultado, gritó como si estuviera en el estadio el primer gol de Joselu.
Entre "anúlame esta", gritos de "gol", y de "que pierdan tiempo", soltaba toda la presión que estaba empezando a sentir, viendo que se les escapaba la eliminatoria. Sin embargo, en su particular 'ascenso a la locura', aún le quedaba un piso más.
Joselu Mato estaba destinado a ser el héroe de la noche. En una jugada embarullada, el balón le llegaba a Rudiger, que la ponía rasa para que el '9' anotara el segundo. Sin embargo, Marciniak pitó fuera de juego en un primer momento. Mario, que ya veía a los blancos en la final, se giró contrariado para recoger los cascos, que se le habían caído.
Lo que no sabía era lo que ya comentaban en la retransmisión de Movistar: El VAR estaba revisando la jugada, y daría gol del Real Madrid ya que Joselu estaba por detrás del balón. Se puso los cascos, y volvieron los gritos: "¡No es, no, es gol!". Finalmente, el colegiado lo confirmaba, y Mario volvía a ponerse como loco, celebrando el pase a la final de Wembley.
