[DESCRIPCION]
Martin Kaymer (-9) ha ganado el US Open con una demostracin de juego y una superioridad sobre el resto (ocho golpes sobre sus inmediatos perseguidores segundo, Rickie Fowler y Erik Compton) slo al alcance de las mega estrellas.
De principio a fin, desde que el jueves pasado comenzara la 114 edicin del Abierto estadounidense, ha dado la sensacin de que el alemn no estaba jugando el mismo campo que el resto, el legendario Pinehurst N 2 (Village of Pinehurst, Carolina del Norte), que al final de los 72 hoyos slo ha permitido a tres jugadores traspasar la sagrada barrera del registro por debajo del par. Ha ganado su segundo Grande (se estren con el PGA de 2010) liderando el torneo todos los das, sin dar opcin, en otro nivel, inmaculado en todas las parcelas del juego y, sobre todo, en modo extraterrestre con el putt en las manos.
Hoy, sin ir ms lejos, cuando ms haba que templar y mandar, cuando el resto de candidatos anda mirndote de reojo a ver si te tiembla el pulso, se meta en problemas muy pronto, en el hoyo 2, perdiendo la calle. Comenzaba otro torneo? Ni por asomo: salvaba el escollo embocando un delicado putt de ms de tres metros para firmar el par. Firma de la casa esta semana.
La jornada decisiva, a toro pasado, no ha tenido mucha historia. Nadie ha sido capaz siquiera de incomodar a Kaymer. Ninguno de sus rivales directos, por ejemplo, firmaba ese inicio elctrico que se antojaba necesario para probar los nervios del lder. Incluso, los escasos tropiezos del alemn casi siempre coincidan en el tiempo con los de sus ms directos perseguidores. Erik Compton, que se enteraba emocionado al finalizar la vuelta que su segundo puesto lo meta de cabeza en el Masters, fue quien ms lo intent, pero claudicaba por los segundos nueve. Suya, en todo caso, es la historia de este US Open, por el que ha luchado despus de dos transplantes de corazn (el segundo hace ya seis aos, en 2008).
Empalator
Fowler tampoco ha hecho sombra a Empalator’, que as llaman a Kaymer sus compaeros, sobre todo los numerosos amigos que tiene entre la Armada espaola. El germano confirma a sus 29 aos la entrada en una dimensin superior, en la que debe moverse de nuevo con soltura en la lucha por el Nmero 1 del mundo: recuerdan al mejor Tiger ganando el US Open por quince golpes en Pebble Beach (2000)? Probablemente Kaymer nunca alcance los registros de Woods, ni tampoco gane cojo el Abierto estadounidense, como hiciera Tiger en Torrey Pines (2008), y adems son jugadores de estilos y formas diferentes. Pero esta semana el de Dsseldorf se ha parecido mucho al de Cypress, en lo que se refiere a podero, control y dominio, encarnando en Pinerhurst ese perfil de trabalenguas que el mundillo del golf profesional pone de un modo figurado en boca de Tiger para explicar la relacin de vasallaje deportivo entre l y el resto: ‘yo s que soy el mejor, vosotros sabis que yo soy el mejor, y yo s que vosotros sabis que yo soy el mejor’. As, cualquiera.
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