El Real Madrid cerró este miércoles en Murcia una temporada extraordinaria. Ganó la Liga Endesa y, con ella, consiguió el triplete en las competiciones nacionales. Así jugaron los campeones, cuyo futuro es incierto en algunos casos.
A punto de cumplir los 37 años, ha dado una nueva lección de profesionalidad en la que probablemente haya sido su última temporada en el Real Madrid. Un soldado siempre listo y sin una queja pese a su escaso protagonismo. Sería titular en un alto porcentaje de los equipos de la Liga Endesa y varios de la Euroliga, pero en el equipo blanco ha tenido un rol muy limitado y centrado en tratar de frenar al exterior rival más peligroso. En ataque, puntos en momentos comprometidos.
En su año de retirada y con 39 años, ha sido determinante dentro de la pista, por su defensa y sus triples (como en el segundo partido), y dentro del vestuario, por su veteranía y su capacidad para transmitir los valores del madridismo. Su castigado físico le ha permitido dar rotaciones cortas, pero siempre valiosas: algo más de 13 minutos de media en ACB, pero de incalculable importancia. La cabeza, la que le permite anticipar cualquier situación y seguir siendo uno de los mejores defensores de Europa, se mantiene intacta. Despedida a lo grande.
En el trabajo oscuro ha encontrado un nicho desde el que ganarse los minutos. La entrega nunca estuvo en duda y las condiciones vienen de serie. Importante labor defensiva y buenos porcentajes en ataque, los mejores desde que llegó al Madrid: 41,5% en triples, 57,4% en tiros de dos puntos y 90,9% en tiros libres. Esforzarse atrás y meter los lanzamientos liberados, la clave de su juego.
Ya lo dijo Hezonja: "Este año somos mejores por Facu". El base puso al Madrid en otra dimensión haciendo mejores a todos sus compañeros. Para ello volvió, en plena madurez (33 años ya) y con una versión superior a la que se fue, después de unas convulsas negociaciones. Fue MVP de la Supercopa Endesa, de la Copa del Rey y de la temporada regular de la Liga Endesa. Dirección, siempre; anotación, cuando se requiere; intensidad, innegociable. Ha promediado 11,7 puntos, 5,6 asistencias y 16,7 de valoración.
Uno de los nombres de la temporada para el campeón. Por todo lo que ha aportado en la cancha: 10,4 puntos, 4,4 rebotes y 11,1 de valoración jugando de '3' y de '4', defendiendo y mostrándose resolutivo en ataque. Y por todo el ruido a su alrededor: malestar por lo que considera falta de protagonismo, ofertas de renovación rechazadas y otras no descartadas aún, coqueteos con Panathinaikos, Barcelona, la NBA... Acabado el curso, su futuro sigue siendo una incógnita.
Su éxito fue volver a jugar 651 días después de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 13 de febrero de 2022 y tras alguna recaída en su recuperación. Se han visto sólo chispazos de aquel joven que deslumbró en el Casademont Zaragoza. Con 23 años, necesita minutos para reencontrarse con él. Tiene contrato con el Madrid, pero se irá a Dreamland Gran Canaria.
Justo este miércoles cumplió 38 años y su continuidad en activo sigue en el aire. Lo que permanece es la magia. Sigue siendo ese jugador capaz de levantar a un pabellón encontrando el pase imposible. Como la temporada pasada, ha tenido meses de valle, pero a la hora de la verdad, en los momentos importantes, ha estado a buen nivel y ha sacado al Madrid de algún atasco gracias a su inspiración. Su conexión con Vincent Poirier ya es una de las más productivas del equipo blanco en los últimos tiempos. ¿Se irá sólo el francés o se irán los dos?
Mala suerte para el alero argentino, que empezó tarde la temporada tras recuperarse de una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda y la terminó antes al sufrir la misma lesión en la rodilla derecha. Se lastimó en la penúltima jornada ante el Valencia Basket y no ha jugado en los playoffs. Entre sus dos lesiones, un rol fundamental por su intensidad, su defensa y sus cada vez más recursos ofensivos. Puntal del Madrid en el futuro.
Ha cerrado su mejor temporada como madridista: 8,2 puntos, 5,3 rebotes, 1,5 tapones y 13,1 créditos de valoración. Sus estadísticas y su juego han despertado interés de muchos clubes y por eso se irá al Anadolu Efes. Suplente de lujo de Tavares y gran titular en ausencia del caboverdiano. El Madrid echará de menos su contundencia en ataque, especialmente culminando los alley-oops de Sergio Rodríguez, y su intimidación en defensa.
Campaña complicada para el coloso, aunque consiguió estar en plenitud cuando se jugaba lo importante. A primeros de la temporada sufrió una neumonía que le hizo perder peso y fuerza. En enero se lesionó el ligamento lateral externo del tobillo derecho. Llegó a la Copa, pero le costó mucho volver a coger ritmo. Pese a esos dos importantes contratiempos y a las dudas sobre su renovación, ya cerrada aunque aún no oficial, ha rendido a buen nivel dejando claro que es el pívot más determinante de Europa. Estadísticamente, ha sido el mejor del Madrid en la Liga Endesa: 9,6 puntos, 7,3 rebotes, 1,6 tapones y 17,1 de valoración.
Se ha visto al mejor Llull desde la grave lesión de rodilla que sufrió en 2017. Muy bien físicamente y, salvo un parón antes de la Copa, eludiendo problemas físicos. En su decimoctava temporada en el Madrid, más que nadie en la historia, el capitán ha dejado claro una vez más que es el alma del equipo, parte del escudo. Nadie como él para transmitir el espíritu ganador del club y asumir la responsabilidad en los momentos calientes. Por eso seguirá al menos una campaña más. Y, probablemente, las que él quiera.
Sus recursos ofensivos son abundantes. Su imponente físico ha vuelto a marcar diferencias. Imparable en carrera, como si fuera una locomotora, o haciéndose hueco en la zona, donde resulta incontenible para casi todos los rivales. Su buena mano, especialmente a 45 grados del aro y las esquinas, también es una amenaza. Su lunar siguen siendo los despistes defensivos y sus problemas para cerrar el rebote.
El canterano ha tenido buenos y provechosos minutos: 11:50 de media en los 25 encuentros que ha disputado en la Liga Endesa. Buena defensa y buena mano para abrir el campo, con un 38,5% en triples. La próxima temporada debería tener un rol aún más importante. Está para darle mayores responsabilidades.
En su primera temporada había dudas sobre su desempeño en los partidos importantes. En la segunda, ninguna. Como muestra, su MVP en esta final de la Liga Endesa, en la que ha promediado 15,6 puntos, 5,6 rebotes y 18,6 de valoración. En los tres encuentros, el Madrid ha ganado por una media 14,0 puntos mientras él estuvo en pista. Su talento ofensivo es infinito. Sus penetraciones son imparables y su puntería desde el triple, temible (40,2%). Ha sido el máximo anotador del equipo campeón: 14,2 puntos de media.
Los canteranos Hugo González y Diagné
Hugo González, la perla de la cantera, sólo ha aparecido en 10 encuentros con 5:42 minutos de media. Su gran día lo vivió anotando 12 puntos al Río Breogán. Su talento y sus condiciones físicas son innegables. La próxima temporada, con la retirada de Rudy, su ídolo, debería tener oportunidad de mostrarlas con más asiduidad, aunque su futuro se ha vinculado con alguna universidad de Estados Unidos.
Diagné ha disputado cuatro partidos y 50 minutos en la Liga Endesa esta temporada. Tuvo su momento en el primer Clásico, saliendo de inicio por la baja de Tavares jugando 13 minutos y sumando nueve puntos, ocho rebotes y 16 de valoración. El próximo curso se irá a la Universidad de Gonzaga en busca de oportunidades.
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