El Real Madrid se complica el camino a la Final Four con un desplome histórico

El Real Madrid perpetró uno de los mayores batacazos de su historia reciente. Tanto por la forma tan ridícula de perder como por las consecuencias de la misma. Sigue vivo en la Euroliga, pero su inaceptable derrota ante el Bayern Munich (88-97), la octava en los últimos 10 partidos en la máxima competición continental, le condena al cuarto puesto, a enfrentarse en cuartos de final al Anadolu Efes o al Maccabi si estos ganan al Fenerbahce el próximo miércoles, y a un posible cruce con el Barcelona en semis si llega a la Final Four.

Los blancos se las prometían muy felices en un día en el que recuperaron su idilio con el triple. Llegaron a dominar por 20 puntos tras anotar 13 en la primera parte (54-34, min 21). Luego se dejaron ir y los alemanes dieron un primer aviso (64-54, min 28). Parecía darles igual, otros tres triples y el choque de nuevo en sus manos (75-56, min 30). Lo que sucedió a partir de entonces merecería un monográfico de Cuarto MIlenio con Iker Jiménez.

Un desplome tan brutal como inexplicable

Nadie, ni el más pesimista del lugar, esperaba un desplome tan brutal del conjunto blanco, que encajó un parcial de 13-38 en ese último acto para tirar el segundo puesto a la papelera en medio de un caos generalizado. En el minuto 34 el Madrid llevaba 18 triples y estaba a uno de igualar su récord en la Euroliga (todos los jugadores del Madrid habían anotado al menos uno menos Tavares y Poirier). Pero el Bayern, liderado por un grandioso Jaramaz (19), fue limando la renta granito a granito y defensa a defensa y los blancos desaparecieron del mapa.

Ya no hubo ni triples ni gaitas y sí un descontrol mayúsculo al ver como su rival se lanzaba en manada a su cuello, con Deshaun Thomas, Otello Hunter, Sisko y el propio Jaramaz mordiendo en cada acción. Los triples dejaron de entrarles a los madridistas cuando más falta les hacían, y lo que sí les entró fue el pánico. Incapaces de frenar el vendaval alemán, comenzaron a precipitarse en ataque y esa fue su defunción. Ni los tiempos muertos de Laso, tan perplejo como sus jugadores, lograron detener la vergonzante sangría.

Fue un final deprimente para un equipo que acabó siendo pitado por parte de su afición. Muchos espectadores abandonaron el WiZink Center en procesión dos minutos antes de acabar el partido cuando aún había tiempo para una machada. No le debió gustar la escena a Florentino Pérez, que asistió atónito desde el palco, como toda su parroquia, a un desplome tan indigno. Los triples fueron fuegos de artificio que dieron paso a una vergonzosa traca final que le estalló en la cara al Madrid y que puede tener consecuencias impredecibles de cara al futuro inmediato.

Ficha técnica:

88 - Real Madrid (24+28+23+13): Causeur (12), Abalde (6), Deck (12), Tavares (8) y Yabusele (12) -cinco inicial-, Williams-Goss (3), Rudy Fernández (3), Hanga (6), Randolph (4), Llull (12), Poirier (2) y Taylor (8).

97 - Bayern Múnich (17+17+25+38): Lucic (7), George, Rubit (5), Sisko (13) y Radosevic (8)-cinco inicial-, Hunter (11), Jaramaz (19), Hilliard (4), Thomas (16), Obst (9) y Zipser (5).

Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Ilija Belosevic (SRB) y Rain Peerandi (EST). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima cuarta jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante unos 6.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Martínez Laforgue, exvicepresidente del club, y de Javier Imbroda, exentrenador, recientemente fallecidos.