- Thomas Heurtel El Barça ya prohibió al galo subirse a un avión para volver con el equipo
- Trey Thompkins Acaba contrato el próximo mes de junio
La crisis que vive el Real Madrid de baloncesto no parece ceñirse exclusivamente a lo que sucede en la cancha. Más allá de la sorprendente derrota ante el Bayern de Múnich tras encajar 38 puntos en el último cuarto o de los ocho partidos perdidos de los últimos 10 disputados en la máxima competición continental, los problemas en el equipo dirigido por Pablo Laso parecen haber llegado al vestuario con un incendio que se ha cobrado a sus dos primeras víctimas.
Se trata de Thomas Heurtel, base francés fichado esta temporada procedente del Barcelona, y Trey Thompkins. Dos jugadores que, según ha adelantado la web Encestando, han sido apartados de la disciplina del primer equipo y podrían haber disputado ya su último partido con la camiseta blanca. Una decisión tomada por el club y que termina con la etapa de ambos jugadores en el equipo, que ya les habria comunicado que no cuentan con ellos.
Ambos jugadores ya no realizaron el último entrenamiento con el equipo blanco antes de enfrentarse al Bayern y los dos se cayeron de la convocatoria del equipo blanco para enfrentarse a los bávaros. Sorprende el caso de Heurtel, cuya baja se confirmó minutos antes del encuentro y no se argumentaba ningún problema físico, después de que Laso confirmase que contaba con toda la plantilla para el último partido de la fase regular de la Euroliga.
Thomas Heurtel, un carácter indomable
El base francés ya había tenido sus más y sus menos con Pablo Laso como se pudo ver tras el último encuentro de Liga Endese contra el Lenovo Tenerife. En uno de los cambios realizados por el técnico, el base galo demostró con sus gestos no estar de acuerdo con la decisión tomada por su entrenador. Una muestra más de un carácter que ya le ha traído más de un problema durante su carrera.
Hay que recordar que Heurtel (nueve puntos y 4,7 asistencias en Euroliga y 8,6 tantos y 4,4 pases por partido en acb) llegó al Madrid tras una turbulenta salida del Barça, que después de que el club azulgrana lo dejara en el aeropuerto de Estambul en plena pandemia al descubrir que negociaba su incorporación al Madrid y no al Fenerbahçe como había dicho su entorno. Entonces ya se puso en duda la idoneidad de su fichaje por el equipo blanco, que ahora ha visto como la falta de disciplina del galo le jugaba una mala pasada.
Thompkins, bajo la lupa
Trey Thompkins llegó al Real Madrid en el verano de 2015 y desde entonces lo ha ganado todo con el equipo blanco, siendo además una pieza muy importante en la última Euroliga conquistada por el conjunto de Pablo Laso en Belgrado en 2018. Sin embargo, el jugador de Georgia, siempre ha estado bajo la lupa de la sospecha por sus problemas físicos.
El ala-pívot es habitual en el parte de bajas del Real Madrid con numerosas lesiones musculares y esta temporada se perdió los primeros meses de competición tras una artroscopia en la rodilla realizada después de un encuentro frente al Valencia Basket el pasado 9 de mayo. Además de las lesiones, Thompkins también ha tenido problemas con el peso que le ha llevado a estar apartado del equipo en más de una ocasión.
Y encima toca el Barça
Para colmo de males, en medio de esta inestabilidad dentro del vestuario y tras la derrota ante el Bayern, el equipo blanco aterriza este domingo en el Palau para medirse al Barça, líder sólido en la competición doméstica, que ha terminado primero la fase regular de la Euroliga y que tiene en el banquillo a un Sarunas Jasikevicius que parece haberle tomado la medida al traje del equipo madridista.
El técnico lituano se ha convertido en el ogro particular del Real Madrid, que desde su llegada apenas ha podido imponerse en tres de los 10 partidos disputados. Esta misma temporada el conjunto blanco se impuso en la Supercopa Endesa, conquistando su único título esta temporada, pero de eso ya han pasado 210 días. Desde entonces los azulgrana se han impuesto en cuatro ocasiones y han abierto una brecha entre ambos conjuntos que, a día de hoy, parece muy difícil que se pueda acortar.
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