Fue una buena noche para los Lakers, que no han tenido tantas esta temporada. Una sucesión de buenas noticias alegraron a los angelinos, empezando por el triunfo sobre los Spurs (113-104) después de remontar en el último cuarto ayudados por un parcial de 22-6.
Lo hicieron con 20 puntos, nueve rebotes y 11 asistencias de LeBron James, que dio otro pellizco al récord de máximo anotador de la historia de la NBA que en breve le arrebatará a Kareem Abdul Jabbar. Los Lakers se van ahora de gira por el Este con el alero persiguiendo el hito.
Hubo más detalles positivos, como el regreso de Anthony Davis, que no jugaba desde el 16 de diciembre y se había perdido los últimos 20 encuentros. Sumó 21 puntos, 12 rebotes y cuatro tapones demostrando todo lo que puede ayudar a los Lakers de cara a la segunda parte de la temporada regular y unos playoffs que con él estarán más cerca. Su nivel antes de lesionarse el pie derecho era extraordinario.
Pero, con un físico como el suyo, castigado por los problemas físicos, volvió a dar un susto. Corrían los últimos instantes del tercer cuarto cuando atrapó un rebote y lanzó desde el medio campo casi sobre la bocina. Zach Collins se cruzó en su camino y el pívot de los Lakers le pisó en su caída torciéndose un pie. El pabellón enmudeció durante unos instantes. Fue un susto. Davis pudo lanzar los tres tiros libres de la falta y jugar en el último cuarto.
Y también debutó Rui Hachimura, el refuerzo recién llegado a Los Ángeles procedente de los Wizards a cambio de Kendrick Nunn y tres futuras segundas rondas del draft. El alero japonés sumó 12 puntos y seis rebotes en su estreno.
Patrick Beverley anotó 18 puntos en lo que fue su mejor marca de la presente temporada y Russell Westbrook sumó otros 14. Por los Spurs, los más destacados fueron Keldon Johnson, con 25, y Zach Collins, con 16.
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