No empezó de forma agradable el Gran Premio de España, el de casa, para Fernando Alonso en el Circuit de Barcelona-Catalunya. El asturiano sí que marcó interesantes (pero intranscendentes) vueltas con la goma más dura en el amanecer del FP1, pero reportó problemas cuando las vueltas más importantes llegaron con las gomas más blandas disponibles para el fin de semana. El foco fue el mismo que le dejó tirado en La Rascasse de Mónaco, el motor.
Alonso probó la goma blanda y se quedó a poco más de un segundo (+1.080) del crono de Lando Norris (1:13.718). No superó a Lance Stroll, que le superó por unas pocas centésimas (+1.068). Pero pronto señaló que algo no le gustaba con el motor del AMR25. "No quiero perder dos décimas en cada recta", señaló.
No quiero perder dos décimas en cada recta
El tema no mejoró, y Alonso no dejó de incidir en los problemas. "No quiero perder dos décimas en cada recta", contó. Es un problema grande, pues Montmeló tiene tres importantes. La larguísima de meta, entre las curvas tres y cuatro (las antiguas de Renault y Repsol) y la de atrás, antes de la antigua frenada de la Caixa. Además, el pie a fondo suele ser un habitual en el circuito catalán.
El asturiano repitió esos problemas. "Tenéis que vigilarlo, algo va mal en el coche", cerró antes de meterse en el box y salir del coche a cinco minutos del final. No debería ser ningún drama, pues los equipos suelen cambiar de motores de cara a clasificación y carrera y los de los libres pueden ir mucho más cortos de potencia.
Tenéis que vigilarlo, algo va mal en el coche
Los problemas del '14' no fueron los únicos para Aston Martin. También el coche de Lance Stroll vivió algún momento complicado en la curva 12 que obligó a sacar banderas amarillas. Más allá del equipo verde, otras figuras de la parrilla como George Russell sufrieron, con mucho desgaste en la zona frontal. En clave motores de la parrilla, Franco Colapinto es uno que estrenará tanto escape como ICE (motor de combustión interna) en su Alpine.
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