LeBron James regresó a la actividad en Los Ángeles Lakers. Tras nueve días de ausencia (no jugaba desde su descomunal triple-doble a los Atlanta Hawks), el 'Rey' pisó pista y la franquicia oro y púrpura derrotó a una de las más entonadas de la Conferencia Oeste, los Memphis Grizzlies (116-110), para resistirse a caer dentro de un Oeste en el que hay ocho equipos en una victoria escoltando a los cuatro de cabeza (Thunder, Grizzlies y Rockets).
La ausencia del 'Rey' había causado dudas. Se propició después de las dudas de su técnico JJ Redick, sobre sí LeBron debía jugar la mayor parte de partidos. "No sé si es lo que más le interesa. Si está bien y se encuentra bien, debe jugar. Nosotros [los Lakers] lo gestionaremos lo mejor posible", relató. En origen, la baja se daba por una molestia en el pie que derivó, poco después, en motivos personales.
No sé si es lo que más le interesa [a LeBron]. Si está bien y se encuentra bien, debe jugar. Nosotros [los Lakers] lo gestionaremos lo mejor posible
Hasta un regreso que no se extendió demasiado en el tiempo. Contra los Grizzlies, 'Bron' pisó cancha y dejó huella de sus habilidades clásicas. Como un mate tras correr la cancha que cerró, en el otro lado, con un gran tapón. Su partido fue correcto, sin estridencias. Hasta los 18 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias, dos tapones y un robo de balón.
Y los Lakers ganaron. Lo necesitaban tras varios partidos que les devolvieron a la zona de más aprietos de la clasificación. Anthony Davis, con una salvaje estadística de 40 puntos y 16 rebotes, fue el jugador clave del equipo angelino. Dominó los tableros y puso, con un mate, el broche al partido. Además, Reaves, con 19 también fue importante.
Los Grizzlies, que habían dejado claro sus desencuentros con los Lakers en anteriores partidos ("No nos caen bien", contó Ja Morant), se quedaron sin gas pese a los 25 puntos de Jaren Jackson Jr. o los 20 de Ja Morant. Santi Aldama estuvo 19 minutos en cancha pero jugó uno de sus peores partidos con 6 puntos y tres rebotes.
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