La fijación de LeBron James con Russell Westbrook no terminó con el taponazo con el que el alero mandó el balón a la grada. 'King' James fue un paso más allá y a falta de dos minutos para el final del choque tomó una arriesgada decisión con el balón en manos del base rival.
Con el marcador 113-104 a favor de los Lakers el balón cayó en manos de Westbrook, solo en el triple. El base no dudó un segundo y se levantó para lanzar un nuevo tiro de tres (53 lanzamientos de los Rockets en el partido) aprovechando que LeBron James no salió a defender el lanzamiento, flotando al base de forma descarada.
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