Vincius, hay que pararlo por ti y por el futuro social s171l

En este asunto que nos ocupa, en el que no se respeta a las personas, soy absolutamente inflexible. Tolerancia cero. No hablo ni de deporte ni de ftbol ni de camisetas ni de rivalidades ni de ascensos ni de descensos ni de nada de todo eso, hablo de respeto, de educacin y de valores. No hay argumento alguno, por pequeo que sea, que pueda intentar disculpar ni un solo segundo el comportamiento de un grupo pequeo, mediano o grande de personas que se embosca en unos colores, no solo para vomitar una falta de respeto, si no para cometer un delito y quedar semi impune. Yo lo tengo muy claro. Espaa afortunadamente no es racista. No lo creo, no lo pienso, y por ello creo que es un deber de la ciudadana mayoritaria y de las autoridades deportivas y estatales el no consentir ni un minuto ms que sucedan situaciones como la vivida por Vincius. Ni en un estadio de ftbol ni colgando un mueco negro con su nombre de un puente. Hay que endurecer las sanciones al lmite para que los indeseables e intolerantes se queden encerrados en casa o en la crcel -lo que diga la Ley en cada caso- de manera urgente. Este asunto de Vincius es la gota que colma el vaso.
No s lo que va suceder en el futuro, pero s lo que no se puede seguir consintiendo con paos calientes. Mientras que se legisla, se reglamenta o se pone negro sobre blanco, yo lo tengo claro: a la primera que en un recinto deportivo se falte al respeto a alguien, me da igual si es el Pichichi del equipo, el delegado de campo o el jardinero, en ese mismo instante, el rbitro debera dar el partido por acabado, puntos perdidos, todos para el vestuario y cada uno a su casa. Suena a drstico, verdad? Pero voy ms all. En caso de reincidencia, expulsado de la competicin.
Y lo siento, querido lector, no me vale el tema de que son una minora ni de que pagan justos por pecadores ni la pasin de unos colores ni esas frases histricas que lo nico que han hecho ha sido hacer crecer a los intolerantes indeseables que tan bien saben moverse en el claro-oscuro del lmite del anonimato. Ya est! Hasta aqu hemos llegado! Aquel que no quiera cumplir con una convivencia sana, educada, razonable y de concordia, que le aplaste la Ley y detrs todos los que, por omisin algunas veces y otras por cobarda o miedo, hemos presenciado en un silencio educado a una minora que chilla mucho y a la que hay que taparle la boca antes de que se cargue algo tan bonito como son los valores del deporte.
Vincius, eres la vctima, no tengas duda. Si lo seguimos consintiendo, toda la sociedad acabar como t. No podemos permitir ms que unos cuantos agredan la reputacin de todo el pas, de todo el deporte y de toda nuestra sociedad. De momento, a la prxima, sea cual sea el equipo o el campo, todos al vestuario, por favor. Ni un minuto ms de juego en estas condiciones!