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Campo base del Annapurna, 12 de abril de 2012.- Voy a aprovechar que ahora mismo est cayndonos sobre el campo base una tormenta de granizo de las buenas, para escribir un poco sobre alguna de las cosas sobre las que los alpinistas no hablan casi nunca, supongo que porque no les preguntan. Entre ellas, la ms divertida de todas es los efectos que causa la altura sobre el cuerpo, que yo los estoy sufriendo, y que algunos no tienen ninguna gracia.

El ms "fuerte" es el de los gases. Si convivir durante varios meses compartiendo mesa, mantel, tienda, letrina, platos, vasos y de todo con un grupo de tipos que, pese a que ser muy buena gente, no tenemos entre nuestras prioridades lavarnos a todas horas, la cosa se complica bastante cuando empiezas a superar los 4.000 metros de altitud. A partir de ahi, imagino que por el cambio de presin, no s qu pasa en el estomago de uno, que se llena de aire y no hay manera de controlarlo. Si a eso le sumamos que a nuestro cocinero le encanta hacer cocidos y platos de alubias, pues para qu quieres ms...

Luego estn los efectos curiosos: a gran altura, las uas y el pelo crecen ms despacio. Yo no lo haba notado al principio, pero es cierto. Y es una ventaja, porque es un asunto menos del que preocuparse. Sobre todo por la barba, porque aqu lo de no afeitarse no se lleva mucho, as que cuando pasan las dos primeras semanas, que pica la cara una barbaridad, no deja de ser una ventaja poder tener aparcada la cuchilla.

Y por ltimo, quizs lo ms inquietante: las heridas cicatrizan mucho ms tarde. Mis compaeros alpinistas me lo recuerdan constantemente. Hay que tener cuidado con los tpicos cortes, rasguos y heridas pequeas, porque tardan mucho en cerrarse. Carlos Martnez, el mdico, me explica que es por la falta de oxgeno, igual que el problema de los gases es por la menor presin que hay fuera con respecto a dentro del cuerpo. Solucin? Ninguna. Aguantarse uno, y aguantar a los dems. Y pensar que este tipo de cosas unen mucho...!