Partidos asestn prohibidosen Inglaterra, la tierra llena de insensatos en la que la Copa se disputa a partido nico, el territorio repleto de ignorantes donde no hay sainete para elegir el estadio de la final. Lo de Mestalla, uno de los partidos ms tristes de la dcada, fue como guardar un minuto de silencio por las eliminatorias de ida y vuelta.

Valencia y Bara se reencontraron con el encanto del ambiente de los partidos de barrio en los que no se necesitan subttulos al da siguiente en los resmenes. En ese ecosistema de ftbol genuino se oye y se entiende todo. Los mensajes de los jugadores son claros y contundentes: 'dale', 'toca', 'a tu espalda', 'arbi', 'pasa', 'me c... en tu p... m....'. Detrs de una portera siempre hay un kiosco donde la panceta echa humo y unos nios pelotean ajenos a lo que sucede en el campo.

El aficionado valencianista est desorientado. Necesita un rostro en el palco, alguien a quien sealar en su ira. En el Valencia no existe. Hay un accionista mayoritario que dentro de poco se va a comunicar por vdeo-bando, hay un ex-presidente que repeina la verdad, hay un entrenador que fue un gran lateral derecho del Manchester United y hay un estadio medio construido, que est en los huesos en un rincn de la ciudad.

El seguidor del Bara se tir al partido pensando en el rin de Messi y en los litros de agua que esponje el '10' para ahogar esas piedras. Como consuelo le qued Sergi Roberto, un jugador que va sin cadena. Luis Enrique ve en Sergi Roberto lo que era l como jugador, un empleado al que slo le falt vestir la camisola de portero. En distinta situacin se encuentra Adriano, que lleva tres aos yndose del Bara.

En los carteles se anunciaba tambin a Sandro y Munir, que tachan partidos de do, como una pareja artstica. No es fcil ejercer de teloneros del tridente azulgrana. Son ellos los que dan la tibia en eliminatorias como la del Villanovense. El Bara pas a su 39 final de Copa. Kaptoum igual un partido 'unplugged'.

@Hurtado_hurti